Veladas de Arte

Veladas de Arte<>Psicoanálisis es un área de trabajo de Escuela que a lo largo de los años acompaña la lectura de la obra de Sigmund Freud y Jacques Lacan, para permitirnos cercar el enigma de la creación artística y la resolución que los grandes creadores lograron con esas pequeñas pinceladas que llueven del pincel del pintor.
Artificios que han dejado su huella y  su singularidad… esa marca indeleble a través de la cual surge la subjetividad del artista, su vida, su obra, el siglo que los cobijo.
Constituye una experiencia que nos muestra el estilo de esa búsqueda desgarrada en la cual el artista encuentra el rostro evanescente de su aventura pictórica… donde hallará  su sombra y su cifra secreta.

Las Veladas de Arte son hoy una larga serie de la cual deseamos ofrecerles las trazas que marcaron esta historia que tuvo como marco lugares emblemáticos como el Museo Nacional de Bellas Artes, el Palais de Glace, el Centro Cultural Gral San Martín, la Feria del Libro, La Embajada de España, el Centro Cultural Konex… y diferentes auditorios del país y del exterior que cobijaron estos encuentros decisivos, con artistas que nos han permitido una profunda reflexión en el campo escópico y que han aportado con la exposición de sus obras y su testimonio una posibilidad de cercar el acto creador.
Grandes artistas, maestros, algunos que ya no están, cómo el querido Carlos Gorriarena, pero encontraremos la riqueza de sus palabras y la huella de su trasmisión potente o Luis Felipe Noé, dedicado tantos años a  teorizar sobre el acto creador, constituyó un aporte importante en  nuestras jornadas, para abordar el enigma de la creación artística… junto a Zulema Mazza, Ana Eckell, German Gargano, Micaela Patania, Silvia Woung, Viviana Zargón, Blanca Carusillo, junto a la especialista en Estética Rosa María Ravera ,la profesora de Arte Bárbara Bustamante,  críticos de Arte como  Maraní Gonzalez del Solar, el muy querido Raúl Santana o el querido Julio Sapolnik, quien nos ofreció siempre su asesoramiento en la organización de las jornadas en el Palais de Glace, o Jorge Glusberg , con su entusiasmo creativo para organizar los eventos del Museo Nacional de Bellas Artes a lo largo de tantos años…

De esta larga serie, quisiera destacar la invitación y la participación en el SYMPOSIUM INTERNACIONAL VELÁZQUEZ realizado en la ciudad de Sevilla del 8 al 11 de noviembre de 1999 en Conmemoración al cuarto centenario del nacimiento de Velázquez. Acto magnífico donde se logró reunir la obra del pintor con los cuadros que aportaron las colecciones privadas.
Acto excepcional, sin duda, único en el siglo del cual desearíamos ofrecerles algunas trazas de los trabajos que los grandes investigadores del tema aportaron y la participación que hicimos, dando una lectura del psicoanálisis sobre una obra decisiva en la puntuación de Jacques Lacan, al abordar los grandes genios del siglo XVII, para situar el campo escópico y su objeto enigmático: la mirada.
Se eligió en esta oportunidad la obra La Venus del Espejo de Diego de Velázquez, para colocar allí el enigma de la femineidad. En este evento se presentó la publicación de estos trabajos.

En el Symposium participó Carmen Garrido Pérez, conservador del Museo del Prado. De ese encuentro en las cálidas noches de Sevilla, surgió el deseo de invitarla a Buenos Aires para que participe en las Veladas de Arte que realizábamos  ese año 1999, en el Museo Nacional de Bellas Artes, bajo el título: Homenaje a Velázquez. La pasión del Barroco. Tú no me ves… desde donde te miro. La función de la mirada. Las Meninas.

Ella nos aportó allí una transmisión riquísima sobre la obra de Velázquez, ya que trabajó en la restauración de sus cuadros y nos fue mostrando con unas imágenes increíbles como iban surgiendo esas pequeñas pinceladas, huellas del creador… que el paso del tiempo había velado.
Les ofreceremos algunos tramos de su trabajo.

Aprovechando este viaje el Hospital Universitario Virgen del Rocío en la ciudad de Sevilla, fue la ocasión para colocar  la bellísima obra La Madonna de Dresde de Giorgione en cotejo con  La Madonna Sixtina de Rafael, símbolo donde el genio acentúo el misterio de la mujer virgen, obras que sirvieron de marco para introducirnos en el caso Dora, donde Freud se detiene en el Museo de Dresde para atrapar la fascinación de la mirada sobre un cuerpo desnudo, cuerpo  ofrecido en posición de entrega y satisfacción y donde Jacques Lacan recupera en el lugar de la Otra Mujer, la cifra de goce, que  el síntoma delata en la aventura histérica. Contamos con su  publicación realizada años después por la Universidad.

Dos años después del Symposium Velázquez, la ciudad de Sevilla vuelve a ser escenario de un encuentro organizado entre psicoanalistas de la ciudad de Sevilla, de la Asociación de Psicoanálisis Dialecto y Discurso Freudiano, Escuela de Psicoanálisis, bajo el tema El Acto Creador, la función de la mirada y de la Sublimación. Ciencia, arte y psicoanálisis.
Así una larga serie que iremos recuperando en este comienzo de estudio, de investigación, de viajes por los Museos… y de encuentros decisivos con artistas, y especialistas que nos han aportado una riqueza en la elaboración de la creación artística.

Cada Velada de Arte constituyó para nosotros un tiempo de elaboración de las articulaciones que el Psicoanálisis ha producido… y que hemos aportado en este intercambio que constituye una aventura única en el azar de cada encuentro.

Los comienzos de esta historia se remontan a las primeras jornadas en el Centro Cultural Gral. San Martín que desde Los Frescos  de Orvieto nutrieron el caso Signorelli para abrir la interrogación por  el goce estético e introducirnos en el siglo XVII  para sumergirnos en el universo de Diego de Velázquez.
Es el tiempo de inauguración de la nueva casa para la Escuela, el 24 de junio de 1988, se presentan las Veladas de Arte <> Psicoanálisis dedicadas a la obra de Velázquez, constituyó  un verdadero acontecimiento ya que ofrecimos allí, la traducción del seminario de Jacques Lacan, El objeto del Psicoanálisis,y ofrecíamos la casa de la Escuela con sus paredes cubiertas de bellas reproducciones que nos sumergían en la magia y en la fascinación en la que fuimos atrapados, donde los grandes genios nos hacían entrar en el cuadro, a vivir la experiencia como decía  Jacques Lacan, de lo que es la mirada… si mirada es algo que se despliega a pinceladas sobre el lienzo, para hacerlos deponer la vuestra ante la obra del pintor…
En verdad quedamos atrapados en el siglo XVII… a vivir intensamente ese universo que había que construir acompañando a los grandes genios para asistir a cómo habían arribado al increíble pensamiento que los hizo entrar en…

“el desfiladero de un rechazo de todo saber… para fundar para el sujeto cierta atadura en el ser…” 

…inaugurando el cogito que hizo  superflua toda referencia humanista, abriendo el camino a la ciencia, y siglos después a Sigmund Freud.

Vivir el siglo XVII… el siglo que ha sido llamado, el siglo del genio… nos reveló que…
de nuestra posición de sujeto somos siempre responsables”… porque ya no se dejó a Dios el cargo de la causa.
A partir  de allí la causa de su deseo solo le compete al sujeto.

El siglo XVII, ha sido un siglo decisivo, donde el pincel de Velázquez(1599-1660)… arroja  a los dioses a escobazos… preparando el camino para nuestra era exenta de dioses… bodegones colocados desde un único foco, provocando los contrastes violentos  de luces y sombras… La vieja friendo huevos, los cacharros de cocina, El Aguador de Sevilla, van dando paso al cuerpo humano, la expresión de sus pasiones y un profundo conocimiento de la perspectiva… escenas de taberna, pícaros y mendigos… Los borrachos… servirán para introducir en este mundo, la mitología… rompiendo todas las normas establecidas del clasicismo para ir mas allá todavía de lo que nadie se había atrevido a hacer… Baco entró así a la taberna… lo que es al decir de Ortega y Gasset que esto es volcar del revés el mito, y en vez de dejarse arrebatar por él hacia un mundo imaginario, obligarlo a retroceder “hacia la verosimilitud”.
…Así filósofos, bufones… los trajes andrajosos… la burla a la vida militar, o la meditación  trágica sobre el destino de su pueblo, y el temible dios de la guerra se suceden en su obra, así como sus Cristos sufrientes con una enorme carga dramática  con la que Velázquez consigue uno de los más emotivos cuadros religiosos de todo el barroco español.
Velázquez podrá saltar a un tema excepcional: La Venus del Espejo y de allí a Las Meninas… y así con su obra entramos en la vida del siglo XVII descubriendo que Velázquez se esconde ante nuestra mirada y únicamente nos deja ver sus cuadros… no sabemos qué pensaba o qué sentía… pero sabemos… como se vivía en el siglo XVII…
Velázquez constituyó una larga serie de jornadas… mas de diez a doce años dedicados a este universo…

Acompañando a esta serie, los diferentes creadores del Renacimiento (1453 a 1492) y del Barroco (1600 a 1750), sirvieron para cercar la esquizia del ojo y de la mirada. Abordamos el fenómeno de la anamorfosis, a través de la obra de Hans Holbein (1497-1543) pintor de la corte de Enrique VIII, donde el cuadro, Los Embajadores, una de sus obras maestras, se propone como una verdadera trampa para hacer caer al que mira, al mismo tiempo que el deseo permanece enigmático.

En Holbein es posible captar la aparición de un fenómeno fascinante con el surgimiento de un nuevo objeto en el campo del arte, como es la anamorfosis, una construcción hecha de modo tal que por la transposición óptica, cierta forma que a primera vista no es perceptible, se organiza en una imagen legible… desde cierta perspectiva el cuadro mismo desaparece en su relieve, debido a las líneas de fuga de la perspectiva y se ve aparecer otra imagen… en el cuadro, la imagen que aparece en anamorfosis es la calavera.
Como decía Jungis Baltrusaitis: un sentido oculto y una solemnidad pesan gravemente en toda la escena.

Las vanguardias del siglo XX

Recorrimos los grandes creadores de las Vanguardias del siglo XX, para acercarnos a la profunda ruptura que introduce el siglo que permitió la entrada del psicoanálisis y el sujeto dividido… para captar en una nueva teoría del sujeto, la función de la mirada.

La mirada, la solicitación de la mirada, el campo ambiguo y profundo en ese juego de luz y opacidad, permiten la inscripción del sujeto y aún… su conquista.
Función de señuelo y engaño… ¿Quieres mirar?… Pues bien ¡vé eso!
Entre el ojo y la mirada, una profunda hiancia… tal como en el fenómeno del amor:

NUNCA ME MIRAS ALLI DESDE DONDE TE VEO…  o a la inversa
LO QUE MIRO NUNCA ES LO QUE QUIERO VER.

¿Qué es entonces la función del cuadro?… entre el ser y la apariencia… el dar-a-ver… máscaras, señuelos, capturas, fascinación, destellos, impresión, el ritmo dado por la lluvia del pincel en el espacio pictórico… se posesiona del artista, lo determina, en ese encuentro contingente y azaroso con un real en juego… inscripto en su deseo… así, la pintura es  domeña-mirada.
Jacques Lacan construyó los ejes de la producción del goce estético, señalando  sus cuatro tiempos lógicos:

Intimidación que nos capta

Solicitación demandante

Deposición de la mirada

Domeña –  mirada… marcan el acto creador.

La historia que presentamos ha constituído un intento por elaborar cada uno de estos elementos que configuran el campo de la pulsión escópica, y continuamos en estas búsquedas…

                                                                            Olga M. de Santesteban – 2008