DEL ACTO DE ESCRIBIR A LA PUBLICACIÓN

DEL ACTO DE ESCRIBIR A LA PUBLICACIÓN

DEL ACTO DE ESCRIBIR…

                                                  A LA PUBLICACIÓN.

Olga M. de Santesteban.

CARTEL – INTERCARTEL – JORNADAS – PUBLICACIÓN forman parte de la SECCIÓN CARTEL destinada a posibilitar la puesta en acto del estatuto del cartel, creado por Jacques Lacan.
A 10 años de una experiencia continuada y modulada por la disolución – permutación se establece – sobre esta experiencia – que el estatuto del cartel ubica un conjunto de condiciones para permitir la ejecución de un trabajo.
Surgió como una verdadera apuesta a un nuevo significante, estableciendo la emergencia de una posición: la posición cartelizante.
Apuesta y posibilidad de poder situar el nuevo lazo social que el psicoanálisis funda.
Un nuevo modo de funcionamiento y la utilización de nuevos ejes para reglar y administrar el vínculo entre los seres hablantes.
No hay deberes a cumplir… sólo el derecho a contar con un dispositivo para que la causa del deseo se despliegue.
Administración de nuevos lugares… el agente… la verdad… el Otro… la producción y nuevos términos: S1, significante amo; S2, el saber; $, sujeto dividido, y a, plus de goce.
Formas de funcionamiento que responden a un tipo de discur­so… y el enigma de la producción interrogando por quién trabaja en cada discurso.
Administración del vínculo social fundado en el lenguaje. Lacan ha planteado que se privilegia el funcionamiento a las personas… quizás sea este un nuevo paradigma al cual todavía no se ha podido responder en toda su riqueza… correr lo  imaginario, sostener el lazo social sobre la producción que cada uno realiza a la espera de la singularidad que el fantasma aporta… son los ejes de esta apuesta.
Apuesta que se coloca sobre la transferencia y modula la transferencia de trabajo.
¿Sobre quién y sobre qué se coloca la transferencia?
Impasses de la rutina del cartel que marca la hiancia esencial entre transferencia y transferencia de trabajo.
¿El cartel suple el lugar vacante de la transferencia?
¿Qué consecuencias produce esta suplencia?
Transferencia, amor, sujeto supuesto saber, fundan una dimen­sión para la emergencia del sujeto.
Lacan ha señalado que el cartel es el lugar para situar al sujeto analizante, pero para situar al sujeto que emerge del dispositivo analítico, el cartel no podría producirlo.
El cartel está a la espera de aquel que puede trabajar en una causa común con otros.
Espera a «ese sujeto cuya elección es la de probarse a los efectos del lenguaje, encomendándose a la deriva del lenguaje».
Lacan ha definido en estos términos la posición analizante y el cartel fue pensado para trabajadores decididos.
La obscenidad imaginaria encuentra un tope en el cartel y cada uno hace la experiencia de que debe -arriesgar el pellejo para colocar su saber-.
En el dispositivo analítico sólo se ubica un único efecto de producción, que Lacan designó como caída de los significantes amo.
El cartel permite la puesta en acto de esta caída… ya no hay necesidad de buscar en el Otro la respuesta que asegure el valor de trabajo realizado.
Jacques Lacan en Encore se coloca él mismo en la serie de la producción y dice:
«Marx y Lenin, Freud y Lacan no están apareados en el ser. Por la letra que han encontrado en el otro, proceden en tanto seres de saber, de dos en dos, en Otro supuesto. Lo nuevo de su saber, es que no se supone que el Otro sepa nada de él-no desde luego, el ser que en él hace letra- pues en verdad ha hecho letra del Otro a costa suya, a costa de su ser, Dios mío, que no es poca cosa para cada quien, pero tampoco mucha, a decir verdad.
Vaya hacerles una pequeña confidencia sobre estos seres desde donde se hace la letra.
No pienso, a pesar de todo lo que hayan podido contar… que el odio o el amor, que el odioamoramiento haya verdaderamente ahogado a alguno…
… quienes logran hacer esas especies de rechazos del ser, aún, son más bien los que participan del desprecio. Esta vez se los voy a hacer escribir subrayando el precio.
Desprecio, eso suena a precio único. Estamos en la época de los supermarkets, así que uno tiene que saber que es capaz de producir incluso en materia del ser. Lo malo es que el Otro, el lugar, no sepa nada. Ya no se puede odiar a Dios si él mismo no sabe nada, en particular de lo que sucede. Cuando podría odiársele podía creerse que nos amaba, puesto que no nos pagaba con la misma moneda. No era aparente, a pesar de que en algunos casos se dedicaran al asunto a más no poder… ¿no se hace así patente que es mucho mejor que ser ­odiarlo…, traicionarlo…?
… Estamos tan sofocados por esto del odio que nadie se percata que un odio, un odio consistente, es algo que se dirige al ser, al ser mismo de alguien que no tiene por qué ser Dios.
… el más grande amor acaba en el odio…
… por eso he dicho que el a es semblante de ser»…
Lacan planteaba en Encore:
“Te pido – ¿qué? – rechazar – ¿qué? – lo que te ofrezco – ¿por qué? – porque no es eso – eso, saben que es: es el objeto a. El objeto a no es ningún ser. El objeto a es lo que supone de vacío una demanda…
… un deseo no tiene ningún ser de soporte. Un deseo sin otra sustancia que la que se asegura con los propios nudos.
 … el objeto a, es el objeto capaz de satisfacer el goce…
… es lo que viene a sustituir el lugar del Otro bajo la forma de la causa del deseo, que diversifiqué en cuatro, en tanto que se constituye diversamente según el descubrimiento freudiano, con el objeto de la succión, el objeto de la excreción, la mirada y la voz. Estos objetos son reclamados como sustitutos del Otro y con­vertidos en causa del deseo».
Toda interrogación por la producción no podría dejar de lado este punto nodal que hace a las condiciones que abren el camino que va de la caída de los significantes – amo, a la producción… ya que tal como Jacques Lacan lo plantea en Encore:
…lo que se escribe, en suma, ¿qué podría ser? Solo las condiciones del goce. ¿Y lo qué se cuenta? ¿Qué podría ser? Los residuos del goce».
Constituir en enigma el trabajo y la producción se sostiene en un punto  esencial que supone que,
«un grupo es algo real, no se inventa, pero puede haber una manera con la cual cierto lazo se establece en un grupo, puede haber algo nuevo y que sólo consista en cierta redistribución de letras.
Eso si se puede inventar… y esa invención a partir de una continuidad permitirá ubicar el lazo de esas letras con la fórmula del discurso analítico»… tal como Jacques Lacan lo planteaba en el seminario: Real-Simbólico-Imaginario.
Habrá, entonces, que tener presente la insistencia de Jacques Lacan sobre el texto freudiano «Psicología de las masas y análisis del yo para ubicar a «ese imbécil de Gustavo Lebón que con su noción de masa, llevó a entificar ese todos, cuando el rasgo unario no funda ningún todos, ni identifica nada.”
Jacques Lacan aporta el estatuto del cartel -como órgano de base del trabajo a realizar en una Escuela de Psicoanálisis- pero depende del acto de aquel que quiera autorizar este nuevo significante para que el cartel pueda convertirse en una práctica inseparable de las verdaderas cuestiones que hacen a la formación y transmisión en Psicoanálisis.
1990 Ratificado 2008