Sección Clínica 2019

Les ofrecemos un resumen del trabajo realizado en el año  2019 alrededor de nuestro título. Situamos  el concepto Forclusión nombrado por Sigmund Freud y elaborado por Jacques Lacan: designa el mecanismo específico que opera en la psicosis por el cual se produce el rechazo de un significante primordial, el Nombre-del-Padre, expulsado del universo simbólico del sujeto.  Esta carencia lleva a  un agujero en lo simbólico, a la ausencia de la Ley del Padre. En la psicosis es la exclusión del gran Otro, que lleva  a la ruptura, agujero, desgarro de la realidad exterior y está es colmada luego por el mundo fantasmático que arma el psicótico.  Freud nos ofrece una lectura del texto del presidente  Schreber donde… lo que fue rechazado de lo simbólico reaparece en lo real.

-En este sentido  durante el año pasado, continuamos con el texto de Schreber Memorias de un enfermo nervioso junto al historial freudiano Sobre un caso de paranoia descripto autobiográficamente para luego abordar las articulaciones que Jacques Lacan nos proponen en su seminario Las Psicosis. (1955-1956). Recordemos que Daniel Paul Schreber nació en 1843 y murió en 1911. Fue doctor en leyes y presidente de la Sala de Tribunal Supremo de Dresde. Victima de delirios fue internado en el hospital Mental de Sonnenstein donde escribió y organizó sus Memorias, que constituyen la pieza fundamental de su propia defensa contra la sentencia de incapacidad jurídica que pesaba sobre él.  El libro fue publicado en 1903, un año después de ganar el proceso. Tres años después Schreber muere luego de su tercera y definitiva internación.

-Otros de los textos que recorrimos es De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de las psicosis, de Jacques Lacan. En este escrito el autor vuelve a tomar tanto las Memorias de Schreber como el trabajo freudiano en cinco puntos:

  1. Hacia Freud
  2. Después de Freud
  3. Con Freud
  4. Por el lado de Schreber
  5. Post -Scriptum

En el primer punto recorrimos un fragmento clínico de Lacan: “se trataba de uno de esos delirios de dos cuyo tipo hemos mostrado hace mucho en la pareja madre-hija, y en el sentimiento de intrusión, desarrollado en un delirio de vigilancia… Fue la hija la que, en el curso de nuestro examen, nos adelantó como prueba de las injurias con la que las dos tropezaban de parte de sus vecinos… “ El material es conocido como el caso “Vengo del Fiambrero”. La joven mujer escucha el término grosero “Marrana” frente a su comentario “Vengo del fiambrero”. Este material nos permitió introducirnos en el discurso de la paranoia femenina donde la relación de la sujeto con el mundo se caracteriza por la perplejidad y la intrusión. Toda la vida intimas de esta paciente se desenvolvía fuera del mundo masculino, siempre hicieron de él un extraño. ¿Qué encontramos en esta palabra alucinada? Que al no haber lugar del Otro, lugar que permite una existencia en el mundo simbólico, al no encontrar este lugar, el mensaje viene por alusión. Es desde el otro que le viene la injuria. En esa palabra marrana, cerda, le viene su verdad… “yo la marrana, vengo del fiambrero, cuerpo fragmentado, delirante, y mi mundo se cae a pedazos, al igual que yo”.

-Dentro de este contexto nos introdujimos en dos artículos titulados respectivamente La pérdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis y Neurosis y Psicosis, donde pudimos seguir la información interesante que nos propició Freud para saber ¿Qué diferencia neurosis y psicosis…?

Lacan retoma el esquema anterior para colocar la constitución del sujeto bajo los tres registros Simbólico, Imaginario y Lo Real. Así si se consideran los vértices del triangulo simbólico: I como ideal del yo, M como significante del objeto primordial (la madre), y P como la posición en A del Nombre-del-Padre. El triangulo imaginario está constituido por el falo en el vértice opuesto al Nombre-del-Padre y los otros dos vértices de este , i y m representan los dos términos imaginarios de la relación narcisística, o sea el yo y la imagen especular. Por último en el centro está el campo de lo Real sobre el que viene a cubrir el fantasma.

En el cuarto punto abordamos Por el lado de Schreber.

Lacan nos ofreció la formula de la Metáfora Paterna

Es la metáfora del Nombre del Padre, o sea la metáfora que sustituye el lugar del deseo de la madre por este Nombre. Lacan después nos dice:

“…tratemos de concebir una circunstancia de la posición subjetiva en la que al llamado del Nombre-del-Padre responda, no  la ausencia del padre real, … sino la carencia del significante mismo. No es esta una concepción a la que nada nos prepare…Verwerfung (forclusión en alemán). … Se articula en este registro la ausencia de la Bejahung…la afirmación primordial.”

Esta Forclusión es la única forma que nos es posible concebir aquello lo que nos presenta Schreber, como un daño que no está capacitado para develar sino en parte y en el que nos dice que se trata del  asesinato del alma. Está claro que se trata de algo, que en la juntura más íntima del sentimiento de vida del sujeto,  fue arrasado. El sujeto sólo puede decir que le mataron el alma.

Lacan luego nos presenta su esquema I para  diagramar como queda la estructura en la psicosis.

En el lugar donde en el neurótico se encuentra el falo encontramos el goce transexualista. Punto fundamental en el que nos detuvimos para explorar el “empuje a la mujer de Dios” que el delirio de Schreber avanza al final de su delirio. Pudimos leer las Memorias como un edificio que comienza luego  de que su mundo se cae  despedazado a partir de ese goce que surge frente a la idea que se le presenta de…”que bello debe ser, ser una mujer en el momento del coito”. El delirio surge como un intento de restitución de un mundo a partir de Dios. Hemos mostrado en nuestra sección la sucesión simbólica de los reinos anteriores, luego de los reinos posteriores de Dios, lo inferior  y lo superior y los virajes de su política respecto del sujeto que nos da respuesta  a las diferentes etapas de la disolución imaginaria, que los recuerdos del enfermos  y los certificado médicos connotan, para restituir el orden del sujeto.  Hay un momento fundamental en las Memorias donde Schreber nos cuenta que desde la voz de Dios inferior es interpelado con una palabra simple y, según dice el sujeto, corriente en la lengua fundamental: Luder. Su traducción nos remite a puta, zorra o arrastrada que es el  empleo como injuria sucia. A partir de ahí construye un Ser y va ir virando a Ser la mujer de Dios.

Por último en el quinto punto Post-Scriptum , Lacan nos ofrece construcciones teóricas a partir de su clínica que resultan de una riqueza inmensa. Nos dice:

“…siguiendo a Freud el Otro es el lugar de esa memoria que él descubrió bajo el nombre de inconsciente, memoria a la que considera como el objeto de una interrogación que permanece abierta en cuanto que condiciona la indestructibilidad de ciertos deseos…

Es un accidente de este registro y de lo que en él se cumple , a saber la forclusión del Nombre-del-Padre en el lugar del Otro , y en el fracaso de la metáfora paterna , donde designamos el defecto que da a la psicosis su condición esencial…”

El sujeto psicótico en tanto este lugar esta forcluido,  construye  su  lengua fundamental que está fuera del universo simbólico.

Puede suceder que el sujeto trascurra la vida sosteniéndose en ciertas suplencia, o puede suceder que en un momento particular algo le haga llamado a eso que nunca estuvo entonces ¿qué ocurre?

“Es la falta del Nombre-del-Padre en ese lugar la que, por, por el agujero que abre en el significado, inicia la cascada de los retoques del significante de donde procede el desastre creciente de lo imaginario, hasta que alcance el nivel en que significante y significado se estabilizan en la metáfora delirante.”

Lacan continúa con una indicación clínica:

“Pero ¿cómo puede el Nombre-del-Padre ser llamado por el sujeto a ese único lugar de donde ha podido advenir y donde nunca ha estado? Por ninguna otra cosa que por un padre real, no en absoluto por el padre del sujeto, por Un–Padre”

Lacan nos invita a buscar este encuentro en las vidas de los sujetos psicóticos que se han desencadenado, ahí donde se produce el cataclismo de una vida y donde ya no es posible restablecer un orden sin que se constituya la metáfora delirante.

Este trabajo lacaniano nos llevó a construir nuestra clínica a partir de estos enunciados que nos permiten un tratamiento posible de la psicosis.

Puntos que nos siguen interrogando y que seguiremos trabajando en este año.

Les proponemos para el año 2020….

-Nos introduciremos en las presentaciones  de casos de estructura psicótica de Jacques Lacan: el Sr. Primau, la Sra. B y la Sra. C. Nos detendremos en ellos para seguir la riqueza y sutileza con que Lacan abordaba las entrevistas en  el hospital psiquiátrico de Saint Anne, lugar de su enseñanza a lo largo de muchos años.

-Abordaremos luego tres capítulos fundamentales de la clínica psicoanalítica desde los aportes de Sigmund Freud y Jacques Lacan:

MELANCOLÍA. Veremos Duelo y melancolía de Sigmund Freud.  Inhibición melancólica: empobrecimiento del yo. Delirio de insignificancia. Desnudamiento de sí mismo: insulto, denigración, sufrimiento. El enigma de la inclinación al suicidio: cobardía moral.

MANÍA: la “no función del a”. Para avanzar en estos temas tendremos que recorrer la bibliografía sobre el objeto “a” del algebra lacaniana en sus vertientes simbólico, imaginario y real.

-ESQUIZOFRENIA. Freud nos dice que el esquizofrénico trata a las palabras como si fueran cosas. Es decir, trata a lo simbólico como real. Como Jacques Lacan nos ha enseñado se trata de la subjetivación de a como puro real. Y agrega: en esta estructura el lenguaje no logra hincarse en el cuerpo… no es que el cuerpo esté sin órganos hay al menos uno que es el lenguaje… ya que si hay algo en lo que nada el esquizofrénico es en “ese manejo enloquecido del lenguaje”.

-PSICOSIS INFANTIL. Recorreremos la Alocución sobre las Psicosis en el Niño especialmente el Discurso de clausura de las Jornadas de Jacques Lacan, coloquio organizado por Maud Mannoni realizado dos años antes de su texto Dos notas sobre el niño. Estos textos son fundamentales ya que allí Lacan anticipa el estatuto del niño como objeto. Es decir la manera en que fue deseado y cayó de la escena de goce de sus padres darán cuenta de la particular constelación para cada sujeto y la posición que ese niño va a ocupar en el mundo en tanto objeto de goce. Concepto de “lalange”: la instilación del lenguaje en el cuerpo. Abordaremos el caso Roberto de Rosine Lefort y el caso Dick de Melanie Klein contando con la dirección de Lacan para abordar estos ejemplos clínicos.

-Por último les proponemos la fascinante aventura de sumergirnos en el universo de James   Joyce para encarar las últimas articulaciones de Lacan respecto a la psicosis en su seminario El Synthome. Veremos, entre otros, cuando el arte suple el sostén fálico, el artificio de la escritura, el acontecimiento del cuerpo: cuando la imagen del cuerpo no está interesada y los fenómenos de la palabra impuesta.

Invitamos a todos aquellos concernidos en estos temas a presentar sus casos, preguntas e interrogaciones para acompañar la investigación sobre la estructura psicótica. Los esperamos!


– Seguimos durante  2019….

 -Continuando el genial historial de Schreber leeremos sus “Memorias de un enfermo nervioso” junto al historial freudiano “Sobre un caso de paranoia descripto autobiográficamente (Schreber)”.  Abordaremos las articulaciones que Jacques Lacan nos propone al situar la novedad que Sigmund Freud introdujo  estudiando el famoso caso desde el testimonio de los propios escritos del paciente.

-Proponemos abordar en detenimiento el texto “De  una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” -texto mayor sobre las psicosis- de Jacques Lacan para seguir las claves  que allí  nos ofrece. (Caso Marrana: “vengo del fiambrero”, grafo de la psicosis, puntualizaciones  para leer el caso Schreber… y otros).

– Utilizaremos las fórmulas de Jacques Lacan en ese texto constituido en verdadero homenaje al progreso realizado por Freud en relación a las psicosis siguiendo los tres títulos que nos propone: “Hacia Freud” , “Después de Freud” y   “Con Freud…”.  Fórmulas que iluminan y acompañan conceptos como el “Encuentro con Un-padre” y el “empuje a la mujer….” .

-Nos introduciremos en las presentaciones  de casos de Jacques Lacan, (Sr. Primau, la Sra. B y la Sra. C). Nos detendremos en ellos para seguir la riqueza y sutileza con que Lacan abordaba las entrevistas en  el hospital psiquiátrico de Saint Anne, lugar de su enseñanza a lo largo de muchos años.

Finalmente abordaremos tres capítulos fundamentales de la clínica psicoanalítica desde los extensos aportes de Sigmund Freud y Jacques Lacan:

-MELANCOLÍA. Duelo y melancolía de Sigmund Freud.  Inhibición melancólica: empobrecimiento del yo. Delirio de insignificancia. Desnudamiento de sí mismo: Empobrecimiento, insulto, denigración, sufrimiento. El enigma de la inclinación al suicidio: cobardía moral. MANIA: la “no función del a”.

-ESQUIZOFRENIA. Cuando todo lo simbólico es real o la subjetivación de a como puro real. Jacques Lacan nos ha enseñado que en esta estructura el lenguaje no logra hincarse en el cuerpo…porque si hay algo en lo que nada el esquizofrénico es en ese manejo enloquecido del lenguaje, pero simplemente no logra que se hinque sobre su cuerpo.

-PSICOSIS INFANTIL. Cuando el primer par de significantes se solidifica.  Debilidad mental: “el débil no está fuera de discurso, sino que flota entre dos” Cuando la dimensión psicótica se introduce en la educación del débil mental.

1982 – SECCION CLÍNICA – 2019

DE SUS RAZONES…
                       A SUS IMPASSES.
Olga M. de Santesteban 

“Una vez que se entró en la vía de cierta elección, está hecho.
Sin embargo es necesario que eso se sepa.
No se sabe por qué se elije algo. La mayor parte de las veces se empieza así, por azar. Y después tiene su continuación.
… puesto que la elección está hecha, llevarla hasta sus últimas consecuencias”

“Autorizarse a ser analista, es estar provisto de una situación en la que se ha practicado una cierta experiencia”

Jacques Lacan
VIII Congreso de la Escuela Freudiana de Paris
1976- Estrasburgo-

La Sección Clínica sigue manteniendo en su horizonte los ejes que Jacques Lacan propuso en 1976 en la apertura de la Sección Clínica… esto es… dejar abierta la interrogación ¿Qué es la clínica psicoanalítica?, para poner en acto que se trata de interrogar al psicoanalista, de apremiarlo para que declare sus razones.

Desde el comienzo de su práctica Freud se dedica a encontrar en la  relación problemática del sujeto consigo mismo, el sentido de sus síntomas, para revelar los modos de satisfacción, sus máscaras, sus formas de goce…  sus enigmas.
Se reveló rápidamente que era esencial fijar la función del síntoma porque marca o define el campo de lo analizable, como campo de un saber que le concierne en tanto sujeto sexuado.
Jacques Lacan decía que en nuestra experiencia de analista asistimos a esa relación muy particular de un sujeto a su saber sobre sí mismo que se llama síntoma y que esto constituye uno de los problemas cruciales para el psicoanálisis porque el síntoma contiene un ser de verdad donde la palabra se manifiesta como verídica… ser que se enfrenta al ser de saber…
El psicoanalista debe tomar parte en el síntoma… ese síntoma que en sí mismo es goce… esto funda el estatuto de lo que Jacques Lacan consideraba como esencial para fundar el objeto del psicoanálisis en el sujeto dividido porque:

“Es en el síntoma donde se presenta el problema de saber cómo un nudo de malestar y de sufrimiento, constituye  sin embargo, no solo el lugar donde se manifiesta la instancia de la satisfacción suspendida, sino también el lugar donde se sostiene el sujeto que tiende hacia la satisfacción (Lógica del fantasma 1966/67)
El discurso analítico implicó una cierta incidencia en la historia porque logró una transformación de la relación del saber con ese fondo enigmático del goce.
Cada analista vuelve a implicarse en la historia de cada sujeto intentando  reorganizar de un nuevo modo el campo de lo real, cuando apunta a ese fondo enigmático del goce, buscando a través de esa traza huidiza del objeto, desenmascarar la relación al goce.
Por todo esto es esencial centrarnos exclusivamente en la función del síntoma ya que él es la respuesta que puede dar el inconciente.

Jacques Lacan desde RSI (Real, Símbolo, Imaginario) decía:

Puedo anticipar que… el inconciente es eso que responde del síntoma. Desde allí veremos que puede ser responsable de su reducción”
En 1974 en la Conferencia de prensa realizada en Roma previa al VII Congreso de la Escuela Freudiana de París. Jacques Lacan respondía:

«El análisis se ocupa muy especialmente de lo que llamo el síntoma, o sea lo que no anda … lo real… de eso se ocupan los analistas y están obligados a hacerle frente … a poner el hombro… Para ello, es necesario que estén terriblemente acorazados contra la angustia.
Ya es algo que por lo menos puedan hablar de la angustia».
¿Qué es la angustia? La angustia esta dada por esa relación extraordinariamente evanescente… que aparece cada vez que el sujeto esta… despegado de su existencia y donde se percibe como estando a punto de ser tomado por la imagen del otro, tentación, suspensión entre un tiempo en el que no sabe más donde está… y hacía un tiempo donde va a ser lo que no podrá jamás reencontrarse .
Situación de trampa, donde se es incauto de su propio juego.
Al mismo tiempo, la angustia es una señal, una señal desde lo real… que no engaña, de ese real que es el soporte de la operación de división del sujeto… entre el deseo y el goce.
La angustia es siempre lo que del interior del cuerpo ex-siste cuando algo lo despierta, lo atormenta. Es acerca de los tormentos y de la economía de goce como nudo de todo saber que el síntoma se ofrece al analista para pedir una administración que tramite el goce.
Lacan señaló que es ahí donde el sujeto puede reencontrar su esencia real como falta en gozar.
La Sección Clínica es la ocasión para que cada analista ofrezca esa experiencia singular y ponga a prueba la estrecha relación entre el procesamiento de goce y el desnudamiento del síntoma.

…También nos indicaba Jacques Lacan que el analista debe ser capaz de captar el juego que juega su sujeto.  Debe comprender que él mismo es el picón macho o hembra, según la danza que lleve su sujeto.
Solo así es posible que surjan las formas de goce que amortiguan el deseo.
Lacan indicaba en la Apertura….que la clínica psicoanalítica consiste en el discernimiento de cosas que importan y que cuando se haya tomado conciencia de ellas serán de gran envergadura.
Esas cosas que importan son las que Freud descubrió y que Lacan rearmó  en su “retorno a Freud”.
¿Cómo se prueba que el campo es freudiano y el inconsciente es de Lacan?
¿Cómo se prueba el uso de la función de lo simbólico, buscando la ex – sistencia del significante?

Suponer que la clínica psicoanalítica es eso, muestra una dirección a quienes se consagran a ella.
Es una decisión y una elección que llevará a la apuesta que cada analista en formación puede realizar según el tiempo lógico de su deseo, tiempo en que surge la verdadera dimensión de la apuesta que realiza a la causa de su deseo…. la apuesta que realizó para permitir a su deseo existir ….así podía declarar las razones de cómo se mueve en la elucubración del inconsciente…..donde no hay mas que lenguaje.
Invitamos a todos aquellos que deseen mostrar como se juega el juego, sus impasses, sus equívocos, sus razones….
….y que justifique a Freud el haber existido.


La estructura psicótica

Nancy Hagenbuch

 

El espacio de Sección Clínica se desarrollará, durante los  año 2018 – 2019, alrededor de la estructura Psicótica.

Recordemos que el término psicosis es introducido por la psiquiatría austríaca en 1845 para remplazar el de locura y definir las enfermedades del alma desde una perspectiva psiquiátrica. Se designó así al conjunto de las llamadas enfermedades mentales fueran ellas de origen orgánico, como las parálisis generales, o de origen psíquico. Sólo más tarde se restringió  a las tres grandes formas modernas de la locura: la paranoia, la esquizofrenia y la psicosis maniaco-depresiva. El término entra en Francia en el año 1869.

Retomada por Sigmund Freud como concepto en 1894, el término fue primero empleado para designar la reconstrucción inconsciente por el sujeto de una realidad delirante o alucinatoria. Más tarde fue incorporado a una estructura tripartita en la que se diferencia de la estructura neurótica y perversa. Sigmund Freud trabajó el concepto a lo largo de toda su obra y se destacan en sus trabajos “Sobre un caso de paranoia descripto autobiográficamente (Schreber)”  en el año 1911 y en el historial “De la historia de una neurosis infantil el Hombre de los Lobos” en 1917-1919.

El término de Verwerfung se lo debemos a Freud. Este término lo describe en este último  historial. En el momento en que aborda la cuestión del Complejo de Castración, Freud formula el siguiente problema: “Cuando el sujeto estaba llegando a una primera maduración estaba preparado para realizar, aunque solo sea parcialmente, una estructuración más específicamente genital de la relación con su padre, rehusó la posición homosexual, que es la suya en esa relación con su padre, no realizó la situación edípico, rehusó – el término alemán es verwirft – todo lo que pertenece al plano genital. Ni siquiera se trata de la represión, en el sentido de un elemento que se habría realizado en cierto plano  y que sería repelido”.

Forclusión del Nombre-del-Padre es un concepto  ampliado por Jacques Lacan en su seminario “Las Psicosis” dictado durante los años 1955-1956.  La noción de Verwerfung indica que previamente ya debe haber algo que falta en la relación con el significante, en la primera introducción a los significantes fundamentales.

Previa  a toda simbolización –esta anterioridad es lógica y no cronológica- hay una etapa, lo demuestra la psicosis, donde puede suceder que parte de la simbolización no se lleve a cabo. Puede suceder que algo primordial en lo tocante al ser del sujeto no entre en la simbolización, y sea no reprimido sino forcluido. A la simbolización pura, primitiva llamada Bejahung la afectara la forclusión.

En la neurosis el mecanismo es bien distinto. El sujeto en el seno de la represión, tiene la posibilidad de arreglársela con lo que  vuelve a aparecer. En cambio en la psicosis lo no simbolizado reaparece en lo real, hay respuesta del lado del mecanismo de Verneinung (negación) pero son inadecuadas. Todo parece indicar que la psicosis no tiene prehistoria. Lo único que se encuentra es que cuando, en condiciones especiales, algo aparece en el mundo exterior que no fue  primitivamente simbolizado, el sujeto se encuentra inerme, incapaz de hacer funcionar la Verneinung con respecto al acontecimiento. Se produce entonces algo cuya característica es estar absolutamente excluido del compromiso simbolizante y se traduce en otro registro, por una verdadera reacción en cadena a nivel de lo imaginario.

“El  sujeto, por no poder en modo alguno restablecer el pacto del sujeto con el Otro, por no poder realizar mediación simbólica alguna entre lo nuevo y él mismo, entra en otro modo de mediación, por un pulular, una proliferación imaginaria, en los que se introduce de manera deformada y profundamente a-simbólica, la señal central de la mediación posible”. El significante mismo sufre un profundo reordenamiento que otorga ese acento tan peculiar a las intuiciones más importantes para el sujeto psicotico.

Lacan continúa  diciendo que en  el despliegue de la psicosis  se trata del abordaje por el sujeto del significante en cuanto tal, y de la imposibilidad de ese abordaje. “No retorno a la noción de Verwerfung de la que partí, les propongo adoptar definitivamente esta traducción: la forclusión”.

¿Por qué Forclusión? Este término tenía dos acepciones en francés:

1 -En derecho: Vencimiento de una facultad o derecho no ejercido en plazos prescriptos.

2- Figurativamente: exclusión forzada, imposibilidad de entrar, de participar.

A partir de Jacques Lacan entonces adoptamos Forclusión como mecanismo que está en el origen de los estados psicóticos. Se trata de la Forclusión de un significante privilegiado el Nombre-del-Padre.

En el texto “Respuesta al comentario de Jean Hyppolite sobre la Ververnung de Freud” Jacques Lacan nos dice: La Forclusión ha salido al paso a toda manifestación del orden simbólico, es decir a la Bejahung que Freud establece como proceso primario en que el juicio  atributivo tomo su raíz, y no es otra cosa sino la condición primordial para que de lo real venga algo a ofrecerse a la revelación  del ser. Tal es la afirmación primordial que no puede ya revelarse sino a través de las formas veladas de la palabra inconsciente, pues sólo por la negación de la negación permite al discurso humano regresar a eso.

¿Pero qué sucede pues con lo que no es dejado ser en esa Bejahung-afirmación primordial?  Freud nos ha dicho que lo que el sujeto ha forcluido  de la abertura del ser no volverá a encontrarse en su historia. “Lo que no ha llegado a la luz de lo simbólico aparece en lo real”.

Pasemos a otro texto fundamental: “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” allí Jacques Lacan nos dice que  Freud captó la aparición del significante Padre en cuanto autor de la ley, incluso con el asesinato del padre mostró  el momento fecundo de la deuda con la que el sujeto se liga para toda la vida con la Ley, el padre simbólico en cuanto significa esa Ley es por cierto el padre muerto.

Freud nos dio el Complejo de Edipo como un nudo esencial. Lo que está en juego en este complejo es (padre)-falo-madre-hijo. ¿Dónde está el padre ahí adentro? Está en el anillo que permite que todo se mantenga unido. La introducción del significante del padre, introduce de entrada una ordenación en el linaje, la serie de generaciones, la introducción de un orden que es muy distinto del orden natural.

 “La noción de padre, muy cerca del temor a Dios, es lo que llamé el punto de almohadillado entre el significante y el significado”. En la experiencia psicótica  este significante  Padre esta Forcluido, carece de ese punto de almohadillado entre  el significante y el significado y  se presentan en forma completamente dividida.

Tratemos, dice Lacan, de concebir ahora una circunstancia de la posición subjetiva en que, al llamado del Nombre-del-Padre responda la carencia del significante mismo. En la psicosis donde ese significante esta forcluido, cuando es llamado el Nombre-del-Padre puede responder en el Otro un puro y simple agujero, el cual por la carencia del efecto metafórico provocara un agujero correspondiente en el lugar de la significación fálica.

Sabemos que la significación fálica constituye el punto nodal en la constitución del Ser.   Frente a este agujero veremos en qué condiciones queda el Ser en la psicosis.

 

 

Cristina Solivella de Pérez

 “Lejos , pues, de ser la locura el hecho contingente de las fragilidades de su organismo, es la permanente virtualidad de una grieta abierta en su esencia.

  (…) Y el ser del hombre no solo no se lo puede comprender sin la locura, sino que ni aún sería ser del hombre si no llevara  en si la locura como límite de su libertad”.

                                                 “Acerca de la causalidad psíquica”. Jacques Lacan (1946) 

A partir de la formalización de Jacques Lacan sobre  el descubrimiento freudiano  hoy sabemos que “…si el psicoanálisis reveló algo significativo y esclarecedor sobre las psicosis es trastocando las construcciones psiquiátricas desarrolladas por años con ayuda de nociones puramente funcionales cuyo pivote esencial estaba constituido  por el yo…”, lugar de captura y espejismo.

Vemos así que la  lectura que Jacques Lacan hace del texto del famoso historial del Presidente  Schreber pone de relieve la pertinencia de las categorías que Freud forjó al introducir al Sujeto en cuanto tal, lo cual significa no evaluar al loco en términos de déficit y de disociación de funciones, sino construir al sujeto. Construir este sujeto es cuestión de lógica. La lógica de la estructura del Sujeto en la psicosis está dirigido por el concepto freudiano de Verwerfung: lo rechazado en lo simbólico reaparece en lo real, redefinido por Jacques Lacan como forclusión del Nombre-del-Padre.

Este espacio coloca en su centro el concepto de forclusión del Nombre-del-Padre para señalar el rechazo que el psicótico mantiene con el saber inconsciente.

El sujeto humano deseante se constituye en torno a un centro que es el Otro en tanto le brinda su unidad, y el primer abordaje que tiene del objeto es el objeto en cuanto objeto del deseo del Otro. Esto define en el seno de la relación de la palabra  algo que proviene de un origen diferente: es decir la distinción entre lo imaginario y lo real. En el objeto está incluída una alteridad primitiva, por cuanto primitivamente es objeto de rivalidad y competencia, lugar del pequeño otro, compañero especular de esa dialéctica. El conocimiento paranoico es un conocimiento instaurado en la rivalidad de los celos, en el curso de esa identificación primera que presupone el estadio del espejo. Esta dialéctica entraña siempre la posibilidad de que yo sea intimado a anular al otro si el punto de partida es mi alienación en el Otro, hay un momento en que puedo estar en posición -de un fantasma-  de ser a mi vez anulado por ese Otro. Pero está el orden simbólico, la palabra es siempre pacto, acuerdo: “esto es mío, esto es tuyo…” Pero ¿qué sucede cuando la carencia simbólica deja al sujeto  por fuera de ese pacto? Esta distinción entre el Otro con mayúscula y el otro con minúscula fracasa  y es en el ángulo abierto entre ambas relaciones que debe ser situada toda la dialéctica del delirio.

El sujeto psicótico, por efecto de ese accidente, quedará en una indefensión sufriente que traerá todo tipo de consecuencias…

Así vemos, como fundamento mismo de la estructura paranoica que el sujeto comprendió algo que él formula a saber, que algo adquirió forma de palabra, y le habla.

¿Y en el desencadenamiento…? Contamos a partir de Jacques Lacan con un desarrollo iluminador de lo que sucede en esa contingencia crucial del encuentro con Un-padre:  de la forclusión resulta un proceso cuya primera etapa será el cataclismo imaginario, es decir que ya nada de la relación mortal que es en sí misma la relación al otro imaginario puede ser dado, produciendo el despliegue y la puesta en juego del aparato significante: disociación, fragmentación, palabra jaculatoria, injuriosa, insignificante, demasiado significante… Después del encuentro, la colisión con el significante inasimilable del Nombre-del-Padre. El trabajo de la clínica consistirá  en reconstruirlo…

Estos conceptos permiten interrogar la clínica de la psicosis para dar estatuto a la propuesta lacaniana: “Se trata de no retroceder frente a la psicosis”.

-Durante 2018…

A lo largo del año 2018 recorrimos algunos de los momentos fundamentales en la obra de Sigmund Freud y Jacques Lacan alrededor de la  estructura. Psicótica. Conceptualizaciones clínicas y teóricas de una potencia increíble:

“Sobre un caso de paranoia descripto autobiográficamente (Scheber)” – 1911-

“Un caso de Paranoia que contradice la teoría Psicoanalítica”-1915-

 “Historia de una neurosis infantil (caso del Hombre de los lobos)” -1914-

 “De la psicosis paranoica en sus relaciónes con la personalidad “-1933-

“Motivos del crimen paranoico. El crimen de las hermanas Papin” -1933-

“Acerca de la causalidad Psíquica” -1946-

Estos textos nos permitieron sumergirnos en el mecanismo fundamental de la psicosis.

Recordemos el gran aporte que constituyo situar el mecanismo esencial de esta estructura: “La forclusion del Nombre del Padre”.

Nos dice Lacan:

previa a toda simbolización – esta anterioridad es lógica y no cronológica- hay una etapa donde puede suceder que parte de la simbolización no se lleve a cabo. Puede suceder que algo primordial en lo tocante al ser del sujeto no entre en la simbolización, y sea no reprimido sino forcluido. La Verwerfung será pues considerada por nosotros como forclusión del significante primordial, determinando el exilio  del orden simbólico.”

Estas formulaciones  nos llevaron a interrogar la Psicosis no desencadenada,  Patricia Cortés y M. Cristina Solivella de Perez presentaron casos clínicos que ilustraron esa temática.

Otro de los temas de trabajo fue la Psicosis desencadenada donde el aporte de Jacques Lacan: “Encuentro con Un-padre” nos permitió iluminar la clínica.  Liliana Berraondo  nos aportó un material clínico donde se podía captar la Erotomanía y los aportes  de Clerambault. Ana Cristina Carlós, en su viaje a Buenos Aires, nos presentó con un bonito trabajo la estructura paranoica femenina desencadenada.

También Nancy Hagenbuch presentó un caso para poder captar el momento de desencadenamiento y sus consecuencias en una vida.

Otros  puntos de trabajo  fueron:

  • Los sueños en la psicosis.
  • Los fenómenos de franja y los fenómenos de lo real.
  • Las diferente formas de presentación de los delirios.
  • Diferencia entre la Paranoia femenina y masculina.
  • El pasaje al acto en la estructura psicótica.

Estos fueron algunos de los temas  desplegados en este año de trabajo. Constituyendo la Sección Clínica un lugar para que cada uno pueda colocar lo que la práctica clínica tiene de azarosa y así poder abrir un lugar de interrogación en el  psicoanálisis. Agradecemos a todos los integrantes de la sección por su trabajo continuo para el espacio que se desarrolla  los tres primeros viernes de cada mes.

– Seguimos durante  2019….

-Continuando el genial historial de Schreber leeremos sus “Memorias de un enfermo nervioso” junto al historial freudiano “Sobre un caso de paranoia descripto autobiográficamente (Schreber)”.  Abordaremos las articulaciones que Jacques Lacan nos propone al situar la novedad que Sigmund Freud introdujo  estudiando el famoso caso desde el testimonio de los propios escritos del paciente.

-Proponemos abordar en detenimiento el texto “De  una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” -texto mayor sobre las psicosis- de Jacques Lacan para seguir las claves  que allí  nos ofrece. (Caso Marrana: “vengo del fiambrero” , grafo de la psicosis, puntualizaciones  para leer el caso Schreber… y otros)

– Utilizaremos las fórmulas de Jacques Lacan en ese texto constituído en verdadero homenaje al progreso realizado por Freud en relación a las psicosis siguiendo los tres títulos que nos propone: “Hacia Freud” , “Después de Freud” y   “Con Freud…”  Fórmulas que iluminan y acompañan conceptos como el “Encuentro con un padre” y el “empuje a la mujer….”

– Nuestro siguiente paso será recorrer el historial freudiano “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina”  para captar la suplencia perversa que podemos encontrar en la paranoia femenina.

Finalmente abordaremos tres capítulos fundamentales de la clínica psicoanalítica desde los extensos aportes de Sigmund Freud y Jacques Lacan:

-MELANCOLÍA. Duelo y melancolía de Sigmund Freud.  Inhibición melancólica: empobrecimiento del yo. Delirio de insignificancia. Desnudamiento de sí mismo: Empobrecimiento, insulto, denigración, sufrimiento. El enigma de la inclinación al suicidio: cobardía moral. MANIA: la “no función del a”.

-ESQUIZOFRENIA. Cuando todo lo simbólico es real o la subjetivación de a como puro real.

-PSICOSIS INFANTIL. Cuando el primer par de significantes se solidifica.

Debilidad mental: “el débil no está fuera de discurso, sino que flota entre dos” Cuando la dimensión psicótica se introduce en la educación del débil mental.

 

Invitamos  a todos aquellos concernidos en estos temas a presentar sus casos, preguntas e interrogaciones que cada día nos sucita la clínica psicoanalítica.

Los esperamos!