Sección Clínica 2018

La estructura psicótica

Coordinan Nancy Hagenbuch – M. Cristina S. de Pérez.

 El espacio de Sección Clínica se desarrollará, durante los  año 2018 – 2019, alrededor de la estructura Psicótica.

Recordemos que el término psicosis es introducido por la psiquiatría austríaca en 1845 para remplazar el de locura y definir las enfermedades del alma desde una perspectiva psiquiátrica. Se designó así al conjunto de las llamadas enfermedades mentales fueran ellas de origen orgánico, como las parálisis generales, o de origen psíquico. Sólo más tarde se restringió  a las tres grandes formas modernas de la locura: la paranoia, la esquizofrenia y la psicosis maniaco-depresiva. El término entra en Francia en el año 1869.

Retomada por Sigmund Freud como concepto en 1894, el término fue primero empleado para designar la reconstrucción inconsciente por el sujeto de una realidad delirante o alucinatoria. Más tarde fue incorporado a una estructura tripartita en la que se diferencia de la estructura neurótica y perversa. Sigmund Freud trabajó el concepto a lo largo de toda su obra y se destacan en sus trabajos “Sobre un caso de paranoia descripto autobiográficamente (Schreber)”  en el año 1911 y en el historial “De la historia de una neurosis infantil el Hombre de los Lobos” en 1917-1919.

El término de Verwerfung se lo debemos a Freud. Este término lo describe en este último  historial. En el momento en que aborda la cuestión del Complejo de Castración, Freud formula el siguiente problema: “Cuando el sujeto estaba llegando a una primera maduración estaba preparado para realizar, aunque solo sea parcialmente, una estructuración más específicamente genital de la relación con su padre, rehusó la posición homosexual, que es la suya en esa relación con su padre, no realizó la situación edípico, rehusó – el término alemán es verwirft – todo lo que pertenece al plano genital. Ni siquiera se trata de la represión, en el sentido de un elemento que se habría realizado en cierto plano  y que sería repelido”.

Forclusión del Nombre-del-Padre es un concepto  ampliado por Jacques Lacan en su seminario “Las Psicosis” dictado durante los años 1955-1956.  La noción de Verwerfung indica que previamente ya debe haber algo que falta en la relación con el significante, en la primera introducción a los significantes fundamentales.

Previa  a toda simbolización –esta anterioridad es lógica y no cronológica- hay una etapa, lo demuestra la psicosis, donde puede suceder que parte de la simbolización no se lleve a cabo. Puede suceder que algo primordial en lo tocante al ser del sujeto no entre en la simbolización, y sea no reprimido sino forcluido. A la simbolización pura, primitiva llamada Bejahung la afectara la forclusión.

En la neurosis el mecanismo es bien distinto. El sujeto en el seno de la represión, tiene la posibilidad de arreglársela con lo que  vuelve a aparecer. En cambio en la psicosis lo no simbolizado reaparece en lo real, hay respuesta del lado del mecanismo de Verneinung (negación) pero son inadecuadas. Todo parece indicar que la psicosis no tiene prehistoria. Lo único que se encuentra es que cuando, en condiciones especiales, algo aparece en el mundo exterior que no fue  primitivamente simbolizado, el sujeto se encuentra inerme, incapaz de hacer funcionar la Verneinung con respecto al acontecimiento. Se produce entonces algo cuya característica es estar absolutamente excluido del compromiso simbolizante y se traduce en otro registro, por una verdadera reacción en cadena a nivel de lo imaginario.

“El  sujeto, por no poder en modo alguno restablecer el pacto del sujeto con el Otro, por no poder realizar mediación simbólica alguna entre lo nuevo y él mismo, entra en otro modo de mediación, por un pulular, una proliferación imaginaria, en los que se introduce de manera deformada y profundamente a-simbólica, la señal central de la mediación posible”. El significante mismo sufre un profundo reordenamiento que otorga ese acento tan peculiar a las intuiciones más importantes para el sujeto psicotico.

Lacan continúa  diciendo que en  el despliegue de la psicosis  se trata del abordaje por el sujeto del significante en cuanto tal, y de la imposibilidad de ese abordaje. “No retorno a la noción de Verwerfung de la que partí, les propongo adoptar definitivamente esta traducción: la forclusión”.

¿Por qué Forclusión? Este término tenía dos acepciones en francés:

1 -En derecho: Vencimiento de una facultad o derecho no ejercido en plazos prescriptos.

2- Figurativamente: exclusión forzada, imposibilidad de entrar, de participar.

A partir de Jacques Lacan entonces adoptamos Forclusión como mecanismo que está en el origen de los estados psicóticos. Se trata de la Forclusión de un significante privilegiado el Nombre-del-Padre.

En el texto “Respuesta al comentario de Jean Hyppolite sobre la Ververnung de Freud” Jacques Lacan nos dice: La Forclusión ha salido al paso a toda manifestación del orden simbólico, es decir a la Bejahung que Freud establece como proceso primario en que el juicio  atributivo tomo su raíz, y no es otra cosa sino la condición primordial para que de lo real venga algo a ofrecerse a la revelación  del ser. Tal es la afirmación primordial que no puede ya revelarse sino a través de las formas veladas de la palabra inconsciente, pues sólo por la negación de la negación permite al discurso humano regresar a eso.

¿Pero qué sucede pues con lo que no es dejado ser en esa Bejahung-afirmación primordial?  Freud nos ha dicho que lo que el sujeto ha forcluido  de la abertura del ser no volverá a encontrarse en su historia. “Lo que no ha llegado a la luz de lo simbólico aparece en lo real”.

Pasemos a otro texto fundamental: “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” allí Jacques Lacan nos dice que  Freud captó la aparición del significante Padre en cuanto autor de la ley, incluso con el asesinato del padre mostró  el momento fecundo de la deuda con la que el sujeto se liga para toda la vida con la Ley, el padre simbólico en cuanto significa esa Ley es por cierto el padre muerto.

Freud nos dio el Complejo de Edipo como un nudo esencial. Lo que está en juego en este complejo es (padre)-falo-madre-hijo. ¿Dónde está el padre ahí adentro? Está en el anillo que permite que todo se mantenga unido. La introducción del significante del padre, introduce de entrada una ordenación en el linaje, la serie de generaciones, la introducción de un orden que es muy distinto del orden natural.

 “La noción de padre, muy cerca del temor a Dios, es lo que llamé el punto de almohadillado entre el significante y el significado”. En la experiencia psicótica  este significante  Padre esta Forcluido, carece de ese punto de almohadillado entre  el significante y el significado y  se presentan en forma completamente dividida.

Tratemos, dice Lacan, de concebir ahora una circunstancia de la posición subjetiva en que, al llamado del Nombre-del-Padre responda la carencia del significante mismo. En la psicosis donde ese significante esta forcluido, cuando es llamado el Nombre-del-Padre puede responder en el Otro un puro y simple agujero, el cual por la carencia del efecto metafórico provocara un agujero correspondiente en el lugar de la significación fálica.

Sabemos que la significación fálica constituye el punto nodal en la constitución del Ser.   Frente a este agujero veremos en qué condiciones queda el Ser en la psicosis.

 

 

 

 

  1. Cristina Solivella de Pérez

 

 “Lejos , pues, de ser la locura el hecho contingente de las fragilidades de su organismo, es la permanente virtualidad de una grieta abierta en su esencia.

  (…) Y el ser del hombre no solo no se lo puede comprender sin la locura, sino que ni aún sería ser del hombre si no llevara  en si la locura como límite de su libertad”.

                                                 “Acerca de la causalidad psíquica”. Jacques Lacan (1946)

 

A partir de la formalización de Jacques Lacan sobre  el descubrimiento freudiano  hoy sabemos que “…si el psicoanálisis reveló algo significativo y esclarecedor sobre las psicosis es trastocando las construcciones psiquiátricas desarrolladas por años con ayuda de nociones puramente funcionales cuyo pivote esencial estaba constituido  por el yo…”, lugar de captura y espejismo.

Vemos así que la  lectura que Jacques Lacan hace del texto del famoso historial del Presidente  Schreber pone de relieve la pertinencia de las categorías que Freud forjó al introducir al Sujeto en cuanto tal, lo cual significa no evaluar al loco en términos de déficit y de disociación de funciones, sino construir al sujeto. Construir este sujeto es cuestión de lógica. La lógica de la estructura del Sujeto en la psicosis está dirigido por el concepto freudiano de Verwerfung: lo rechazado en lo simbólico reaparece en lo real, redefinido por Jacques Lacan como forclusión del Nombre-del-Padre.

Este espacio coloca en su centro el concepto de forclusión del Nombre-del-Padre para señalar el rechazo que el psicótico mantiene con el saber inconsciente.

El sujeto humano deseante se constituye en torno a un centro que es el Otro en tanto le brinda su unidad, y el primer abordaje que tiene del objeto es el objeto en cuanto objeto del deseo del Otro. Esto define en el seno de la relación de la palabra  algo que proviene de un origen diferente: es decir la distinción entre lo imaginario y lo real. En el objeto está incluída una alteridad primitiva, por cuanto primitivamente es objeto de rivalidad y competencia, lugar del pequeño otro, compañero especular de esa dialéctica. El conocimiento paranoico es un conocimiento instaurado en la rivalidad de los celos, en el curso de esa identificación primera que presupone el estadio del espejo. Esta dialéctica entraña siempre la posibilidad de que yo sea intimado a anular al otro si el punto de partida es mi alienación en el Otro, hay un momento en que puedo estar en posición -de un fantasma-  de ser a mi vez anulado por ese Otro. Pero está el orden simbólico, la palabra es siempre pacto, acuerdo: “esto es mío, esto es tuyo…” Pero ¿qué sucede cuando la carencia simbólica deja al sujeto  por fuera de ese pacto? Esta distinción entre el Otro con mayúscula y el otro con minúscula fracasa  y es en el ángulo abierto entre ambas relaciones que debe ser situada toda la dialéctica del delirio.

El sujeto psicótico, por efecto de ese accidente, quedará en una indefensión sufriente que traerá todo tipo de consecuencias…

Así vemos, como fundamento mismo de la estructura paranoica que el sujeto comprendió algo que él formula a saber, que algo adquirió forma de palabra, y le habla.

¿Y en el desencadenamiento…? Contamos a partir de Jacques Lacan con un desarrollo iluminador de lo que sucede en esa contingencia crucial del encuentro con Un-padre:  de la forclusión resulta un proceso cuya primera etapa será el cataclismo imaginario, es decir que ya nada de la relación mortal que es en sí misma la relación al otro imaginario puede ser dado, produciendo el despliegue y la puesta en juego del aparato significante: disociación, fragmentación, palabra jaculatoria, injuriosa, insignificante, demasiado significante… Después del encuentro, la colisión con el significante inasimilable del Nombre-del-Padre. El trabajo de la clínica consistirá  en reconstruirlo…

Estos conceptos permiten interrogar la clínica de la psicosis para dar estatuto a la propuesta lacaniana: “Se trata de no retroceder frente a la psicosis”.

 

-Durante 2018…

 

A lo largo del año 2018 recorrimos algunos de los momentos fundamentales en la obra de Sigmund Freud y Jacques Lacan alrededor de la  estructura. Psicótica. Conceptualizaciones clínicas y teóricas de una potencia increíble:

 

“Sobre un caso de paranoia descripto autobiográficamente (Scheber)” – 1911-

“Un caso de Paranoia que contradice la teoría Psicoanalítica”-1915-

 “Historia de una neurosis infantil (caso del Hombre de los lobos)” -1914-

 “De la psicosis paranoica en sus relaciónes con la personalidad “-1933-

“Motivos del crimen paranoico. El crimen de las hermanas Papin” -1933-

“Acerca de la causalidad Psíquica” -1946-

Estos textos nos permitieron sumergirnos en el mecanismo fundamental de la psicosis.

Recordemos el gran aporte que constituyo situar el mecanismo esencial de esta estructura: “La forclusion del Nombre del Padre”.

Nos dice Lacan:

previa a toda simbolización – esta anterioridad es lógica y no cronológica- hay una etapa donde puede suceder que parte de la simbolización no se lleve a cabo. Puede suceder que algo primordial en lo tocante al ser del sujeto no entre en la simbolización, y sea no reprimido sino forcluido. La Verwerfung será pues considerada por nosotros como forclusión del significante primordial, determinando el exilio  del orden simbólico.”

Estas formulaciones  nos llevaron a interrogar la Psicosis no desencadenada,  Patricia Cortés y M. Cristina Solivella de Perez presentaron casos clínicos que ilustraron esa temática.

Otro de los temas de trabajo fue la Psicosis desencadenada donde el aporte de Jacques Lacan: “Encuentro con Un-padre” nos permitió iluminar la clínica.  Liliana Berraondo  nos aportó un material clínico donde se podía captar la Erotomanía y los aportes  de Clerambault. Ana Cristina Carlós, en su viaje a Buenos Aires, nos presentó con un bonito trabajo la estructura paranoica femenina desencadenada.

También Nancy Hagenbuch presentó un caso para poder captar el momento de desencadenamiento y sus consecuencias en una vida.

Otros  puntos de trabajo  fueron:

  • Los sueños en la psicosis.
  • Los fenómenos de franja y los fenómenos de lo real.
  • Las diferente formas de presentación de los delirios.
  • Diferencia entre la Paranoia femenina y masculina.
  • El pasaje al acto en la estructura psicótica.

 

Estos fueron algunos de los temas  desplegados en este año de trabajo. Constituyendo la Sección Clínica un lugar para que cada uno pueda colocar lo que la práctica clínica tiene de azarosa y así poder abrir un lugar de interrogación en el  psicoanálisis. Agradecemos a todos los integrantes de la sección por su trabajo continuo para el espacio que se desarrolla  los tres primeros viernes de cada mes.

 

– Seguimos durante  2020….

 

-Continuando el genial historial de Schreber leeremos sus “Memorias de un enfermo nervioso” junto al historial freudiano “Sobre un caso de paranoia descripto autobiográficamente (Schreber)”.  Abordaremos las articulaciones que Jacques Lacan nos propone al situar la novedad que Sigmund Freud introdujo  estudiando el famoso caso desde el testimonio de los propios escritos del paciente.

 

-Proponemos abordar en detenimiento el texto “De  una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” -texto mayor sobre las psicosis- de Jacques Lacan para seguir las claves  que allí  nos ofrece. (Caso Marrana: “vengo del fiambrero” , grafo de la psicosis, puntualizaciones  para leer el caso Schreber… y otros)

 

– Utilizaremos las fórmulas de Jacques Lacan en ese texto constituído en verdadero homenaje al progreso realizado por Freud en relación a las psicosis siguiendo los tres títulos que nos propone: “Hacia Freud” , “Después de Freud” y   “Con Freud…”  Fórmulas que iluminan y acompañan conceptos como el “Encuentro con un padre” y el “empuje a la mujer….”

 

– Nuestro siguiente paso será recorrer el historial freudiano “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina”  para captar la suplencia perversa que podemos encontrar en la paranoia femenina.

 

Finalmente abordaremos tres capítulos fundamentales de la clínica psicoanalítica desde los extensos aportes de Sigmund Freud y Jacques Lacan:

 

-MELANCOLÍA. Duelo y melancolía de Sigmund Freud.  Inhibición melancólica: empobrecimiento del yo. Delirio de insignificancia. Desanudamiento de sí mismo: Empobrecimiento, insulto, denigración, sufrimiento. El enigma de la inclinación al suicidio: cobardía moral. MANIA: la “no función del a”.

 

-ESQUIZOFRENIA. Cuando todo lo simbólico es real o la subjetivación de a como puro real.

 

-PSICOSIS INFANTIL. Cuando el primer par de significantes se solidifica.

Debilidad mental: “el débil no está fuera de discurso, sino que flota entre dos” Cuando la dimensión psicótica se introduce en la educación del débil mental.

 

 

Invitamos  a todos aquellos concernidos en estos temas a presentar sus casos, preguntas e interrogaciones que cada día nos sucita la clínica psicoanalítica.

Los esperamos!