LA ESCRITURA – LA FUNCION AUTOR – LA FUNCION EDITORIAL

LA ESCRITURA – LA FUNCION AUTOR – LA FUNCION EDITORIAL

ESCRITURA

LA ESCRITURA – LA FUNCION AUTOR – LA FUNCION EDITORIAL

…Los infinitos papeles donde se dibuja la letra…

llevan la firma del nombre propio.

Olga M. de Santesteban

El tema de la lectura y de la escritura abre a una serie de interrogaciones sobre la función autor que se encuentra en el seno mismo de un nudo que articula la función editorial, las publicaciones, y la traducción en un lazo íntimo con la política y la estrategia de extensión de una obra.

Para abrir este nudo voy a rescatar la construcción realizada para publicar la biografía de Honoré de Balzac que escribió Stefan Zweig, cuyos manuscritos fueron confeccionados y ordenados por su editor y amigo Richardt Friedenthal a partir del legado que le deja Stefan Zweig, después de su muerte en 1942.

Este autor se había dedicado a lo largo de más de treinta años al estudio de lo que llamaba “su Balzac”. El legado contenía “su Balzac”, 600 páginas del manuscrito en alemán, 200 páginas de notas y 40 libros llenos de anotaciones al margen con sus comentarios.

Este tema nos permitirá asistir a la relación que se produce a través de más de un siglo de un autor, su biógrafo y su editor… para conducirnos a la pregunta esencial: ¿Qué es una obra?

Originales, tachaduras, correcciones… fichas, libretas, notas adicionales, infinitos trabajos de revisión realizado por diferentes personas… infinitos papeles, donde se dibuja la letra… ¿entonces? ¿Qué define la función autor?

En este año que transcurrió bajo el Homenaje a Sigmund Freud conmemorando los 150 años de su natalicio, la figura de Balzac, adquiere, sin duda, o reaviva el flash de conmoción que siempre le imprimió el hecho de que fuera el último libro que cayó de la mano de Sigmund Freud en el final de su vida. Freud no leía al azar sino que seleccionaba cuidadosamente los libros de su biblioteca… ese último libro que leyó fue “La piel de zapa” de Balzac.

Max Schur médico personal de Sigmund Freud, relató que cuando Freud terminó de leer ese libro le dijo, con aire distraído:

“Este era el libro adecuado para que leyera, trata del encogimiento y de la inanición”.

Balzac quedó así marcado o ha adquirido esa potencia imponente al quedar inscripto en el último instante en que un genio lee a un autor que tuvo la capacidad de inventar un pueblo.

Recordemos que “La piel de zapa” fue escrita con el espíritu del romanticismo, bajo la influencia del Werther y del Fausto de Goethe, de los cuentos fantásticos de Hoffman y de Byron.

Tanto el héroe de Goethe como el de Balzac hacen un pacto con el diablo. Lo que está en juego en “La piel de zapa” es el deseo, el pacto señala que a cada realización del deseo la piel se encogía y con ella la vida… una maravillosa metáfora al enfrentar la muerte… acordar que fue una vida signada por el deseo y eso tiene su precio…

Al entrar en el tema de la escritura y la función autor asistimos a los diferentes modos en que cada autor se sometió a las exigencias de la escritura en un intento – sin duda pasional – de lograr en la creación ese efecto de originalidad cautivante que el lector recibe.

En el campo del psicoanálisis la interrogación por el trabajo y la producción nos ha llevado a situar el enigma de la creación, los fantasmas que lo habitan y las máscaras de lo real… para revelar que la letra llega siempre a destino.

Jacques Lacan proponía una idea atractiva…

“escribir bajo la suposición de que la letra llega siempre a destino… sin importar los siglos que transcurran”.

 “no hay tantas razones para preocuparse de que aquello que se produce lleve el sello de que eso les concierne”

… porque la letra, su unariedad y su singularidad uniana, aquello que funda y marca la serie… es legible, lleva la firma del nombre propio.

Es en la década del 70 cuando Jacques Lacan en el marco del seminario “El reverso del Psicoanálisis”, en el capítulo “El poder de los imposibles”, se interrogaba acerca del nombre de autor, con el objetivo de abrir la cuestión de la lectura

¿Qué es una lectura? ¿Qué imprime a una lectura el rasgo unario, singular de la adquisición de un saber? ¿Qué hace que podamos preguntarnos siempre cuando leemos cualquier texto, en qué se distingue como legible?

Que es legible quiere decir… que algo se extiende en el lenguaje como un reguero de pólvora… que prende, que hace discurso.

En este contexto ¿Qué supone el surgimiento de la producción…en esta vida contemporánea? ¿Es que unimos la producción con un nombre de autor?

En la medida en que cierta modernidad alrededor de la década del 60 retomó a un autor como  Mallarmé y su relación con la literatura, hubo una tendencia a borrar al autor en beneficio del texto. El mismo Barthes escribió un artículo en esa época: “La muerte del autor”.

Esta época marca un nuevo modo de lectura o de apropiación del libro o de una obra en un arduo trabajo de “deconstrucción de la obra” que produzca una ruptura esencial en el lector para que pueda soñar en el verdadero sentido que adquiere la lectura, como acto de separación, como emergente y vehículo de un deseo que a través del acto pueda llegar a la trasformación misma de la obra. La lectura así es un instrumento vertiginoso que nos permite atravesar con su autor las fronteras de la lengua y nos lleva a ese desafío increíble que constituyó para cada uno ese tiempo instituyente donde aprendimos a leer… a leer descubriendo ese goce increíble de un nuevo universo… en ese sentido constituye un acto abierto a la creación, a la fantasía, a la capacidad de soñar… a escapar de la voz para recuperar la letra que habita en la lengua… y en ese sentido leer es esencialmente un acto de independencia que permite atrapar en una nueva significación la travesía de una palabra en la lógica de un texto.

Este tiempo esencial en la revisión de la lectura, de la crítica y de la creación incide en Lacan para reconsiderar la relación entre trabajo, producción, nombre propio.

Lacan se detiene a recordar su experiencia con el proyecto Silicet, allí propuso crear un lugar donde deberían escribirse cosas sin firmar. Y en este contexto afirma:

“El hecho de que los trabajos estarían firmados por mi, tendría interés si yo fuera un autor. No soy en absoluto un autor… “no tenía otro interés que el de estar lo más cerca posible de lo que intentó definir como un cuestionamiento del saber.”… una  puesta en cuestión del saber.

“Es muy curioso que lo no firmado parezca paradójico, mientras que de todas formas durante siglos, todas las buenas gentes que existieron, como mínimo han hecho siempre como si les hubieran arrancado su cosa, su manuscrito de las manos, en fin, como si les hubieran hecho una jugada sucia.”

Recordemos que al mismo tiempo en que Lacan sitúa la función autor, realizando un nuevo centramiento en la práctica de la escritura como práctica de la pulsión, como práctica erótica, señaló que la escritura compete al orden del saber; a la adquisición de un saber… a la puesta en cuestión del saber para el campo del psicoanálisis.

Esta puesta en cuestión del campo del saber se va produciendo a medida que se incluye el procesamiento de las diferentes formas de goce que el síntoma contiene… cada inclusión resitúa el campo simbólico en un interjuego permanente con las formas de expresión de lo real: la angustia, la obscenidad, la segregación y otras…

Así el tema de la escritura, la práctica erótica, el campo de lo pasional y la  disposición a enamorarse se deslizan en la hoja donde la letra grita sus claves para invocar al partenaire – lector.

En el centro de su pregunta por la lectura Lacan nos envía a leer una obra que había releído esos días sobre El reverso de la vida contemporánea de Balzac (en verdad se trata del reverso de la Historia contemporánea)

Balzac (1799 – 1850) es uno de los maestros de la novela francesa, se lo considera un genio en la capacidad de atrapar al lector por la firmeza en atenerse a las exigencias dramáticas de la invención, al mismo tiempo que imprime al relato su rasgo singular.

Su obra esta hecha para conquistar una independencia completa con respecto al mundo habitual; no es ni copia, ni caricatura de la realidad, pretende existir por sí mismo y ambiciona atraer al lector, retenerlo, hacerle inhabitable el universo de la realidad hasta tal punto que ya no pueda concebir otro modo de vivir que el de “La Comédie humaine”.

En 1842 toma la decisión de publicar las obras completas cuyo título sería “La Comedie Humaine” título que constituye a partir de… La Divina comedia.

La obra va a incluir:

Escenas de la vida privada, Escenas de la vida de provincia, Escenas de la vida parisiense, Escenas de la vida política, Escenas de la vida militar, Escenas de la vida rural…Une ténébreuse affaire… La Rabouilleuse… Les Ilusions perdues… Ursule Mirouet… La Fausse Maîtresse… Les Mémoires de deux jeunes mariés… Un début dans la vie… Honorine, La Muse de département… el plan contenía veinte volúmenes y poseía todos los derechos de publicación.

La gran capacidad creadora de Balzac reside en su profunda convicción de fundar un nuevo universo, fundando su obra, atrapa un pensamiento: por ejemplo el implacable movimiento que arrastra a la sociedad hacia el oro y el placer, esto contiene un germen de muerte; este pensamiento le proporcionará los mil temas trágicos que desarrollará en una ininterrumpida circulación de personajes en “La Comédie Humaine”… seres arrastrados por su pasión y los choques que enfrentan se traducen en un ilimitado campo de azares trágicos, de imprevisibles peripecias que acaba por imponer su sueño al que lo contempla como única realidad.

Por ejemplo, el personaje del avaro, comienza a mostrarse por el implacable movimiento de sus pasiones en un mundo de extraña expontaneidad, ante los diamantes de una condesa, siente un éxtasis, una iluminación de alegría que le transportan a una vida en la que la avaricia carece de sentido. Utiliza el azar con toda su belleza y grandiosidad concreta mostrando que lo carente de causa tiene su sentido o su necesidad de existencia.

Otro especto importante que se señala respecto de la conducción del relato es cómo finge que el relato se le escapa, pero en realidad se debe a que a fuerza de seguir los acontecimientos, se siente arrastrado por ellos y no puede soportar la espera regular que él mismo ha suscitado, y se ve obligado a adelantarse… falta entonces a la lógica, perdiéndose en una especie de embriaguez, de vértigo. Este delirio le hace impotente para expresar el ritmo de los hechos, impotencia que es necesariamente la única manera de expresarlos, de someterse al fatal encadenamiento que le une, oyéndose, en el silencio nervioso del escritor, la espantosa cadencia de lo abstracto, impone así una realidad imaginaria.

El vacío del relato señala la región donde se pierde la lógica y la coherencia… conducido más allá de sí, hacia las terribles tinieblas, donde ya no se sabe.

Lacan nos lanza así a leer, a sumergirnos en el universo del genio,… el gran genio de “La Comédie Humaine”, ese genio que está hecho del arte con el cual pone en evidencia la grandeza de las pequeñas cosas… nos ha legado una obra monumental y grandiosa.

Maurice Blanchot (1907-2003) es uno de los autores que forman parte del movimiento que inauguró un nuevo modo de lectura. Se ha caracterizado por ejercitar un pensamiento a la vez brillante y hermético, gozoso, intenso, e iluminador y nos ofrece un texto de una riqueza muy profunda que rinde tributo por igual a las exigencias rigurosas del teórico y a las tentaciones caprichosas del ensayista.

En su maravilloso texto “El arte de novelar de Balzac”, en Falsos pasos, nos dice:

“… entrar en el drama balzaciano cautiva al lector, no por la importancia de los acontecimientos sino por el arte del narrador… un arte hecho para crear un universo “creíble” para miles de lectores… cada lectura aporta nuevas sorpresas, preciosas observaciones, trazos inesperados… obras maestras escritas a veces en tres semanas… escritas por un hombre solo en menos de veinte años… más de veinte obras que ha engendrado a un pueblo… ese pueblo… que después de un siglo continua siendo verdadero porque es eterno, es entonces, cuando uno se da cuenta de lo que es el genio”.

Con Balzac podemos decir lo mismo que Harold Bloom decía de Shakespeare y de su creación poética: escribió la mejor prosa y la mejor poesía en inglés o tal vez en cualquier lengua occidental… y podemos decir que produjo la invención de lo humano, tal como seguimos conociéndolo… sus personajes son extraordinarios ejemplos de cómo vienen al ser nuevos modos de conciencia.

Con Balzac tenemos a Francia, sus pueblos, sus gentes, sus miserias, sus grandezas. Balzac es ese genio que ha seguido con firmeza las exigencias dramáticas de la invención o desarrollado con más coherencia las consecuencias de una concepción personal…

…la pasión calculada y el mundo contra el que choca, el rigor de la fatalidad, el ilimitado campo de azares trágicos y de imprevisibles peripecias se entrelazan y entrecruzan en una combinación de fórmulas de tal complejidad y rigor lógico que alcanzan una fuerza y una violencia inhumanas.

Entraremos en este universo a través de grandes creadores como Hugo von Hofmannsthal que creía que Balzac poseía una capacidad de creación “increíblemente sustancial”, la mayor que se ha dado desde Shakespeare.  Balzac representa a sus ojos la encarnación de la potencia poética, “un potentiel de littérature” por así decir…

Pero esencialmente tomaremos la obra de Stefan Zweig, o de Richardt Friedenthal, su editor y amigo que nos narra las vicisitudes de la constitución de sus manuscritos para dar forma a la biografía de Honoré de Balzac.

Stefan Zweig es uno de los grandes escritores del siglo XX. Nació el 28 de Noviembre de 1881. Se dedica a estudiar Lengua y Literatura Románticas, Filosofía en Francia, Alemania y recibe su título de doctor en Lengua en 1904 en la Universidad de Viena, entra así en la vanguardia cultural vienesa de su época. Fue poeta, traductor, editor, pacifista, humanista, y europeo, soñaba con una Europa unificada, detestaba los nacionalismos.

Incansable viajero, conocedor de muchas lenguas, traducía al alemán obras de escritores desconocidos como Romain Rolland (premio Nobel de Literatura en 1914), Paul Verlaine, Charles Baudelaire, Rimbaud, Emil Verhaeren, de quien llegará a ser íntimo amigo, traductor y biógrafo… y otros.

En 1901 publica sus primeros poemas, mostrando la influencia de Hugo von Hofmannsthal y Rainer María Rilke… en 1904 su primera novela.

En 1910 visita la India, Ceylan, Burma, Indonesia, en 1911 Canadá, Cuba, Puerto Rico, México, Panamá, en 1912 Norteamérica y en 1913 se estableció en Salzburgo, donde vivirá hasta su exilio.

A raiz de la guerra del 14 y por su posición antibélica se instala en Suiza desde donde sigue trabajando como corresponsal, periodista, escritor.

Después del armisticio vuelve a Austria en el 18.

Se casa en 1920 con Friederike Maria Burger von Wintemitz, cuando ella obtiene su divorcio, la había conocido ocho años antes, en 1912. Ella le había escrito por primera vez en 1901 en carácter de fanática lectora, estaba casada con dos hijos.

Stefan Zweig comparte con Balzac ese deseo desesperado de llegar a la vanguardia de la literatura europea, encontrar una mujer, una familia, un hogar.

Balzac recibe un día una carta escrita por una mano femenina procedente de las estepas de Rusia, firmada con la misteriosa palabra: L’étrangère… Balzac la deja sin abrir por largo tiempo sin saber que iba a ser determinante por el resto de su vida.

Esa carta tiene una extraña historia que Stefan Zweig investigará en todos sus detalles, pues tiene un origen exótico para una novela de amor

Desde la Rusia zarista, desde los campos empobrecidos de la estepa, una mansión equipada con todos los lujos europeos, la bella condesa Rzewuska con inclinaciones literarias, hablaba francés, inglés, alemán… encerrada por meses por la alta nieve leía y leía… la obra de Balzac.

Estaba casada con el barón von Hanski, había tenido siete hijos, murieron todos exceptuando a una hija.

El único acontecimiento era la llegada del correo, los libros y periódicos de Occidente.

A la noche se reunían a comentar las lecturas las mujeres de la casa, un nuevo escritor parisiense, un tal Honoré de Balzac, esta dando que hablar a las mujeres… ¡Que magnífico es “Scènes de la vie privée”!. Nunca un escritor comprendió tan profundamente el alma femenina y sus pasiones… “¿Las enaltece, las venera, se burla…? Y… ¿”Physiologie du mariage”? Y “La Peau de Chagrin” ¡Es grandioso!… pero debería tener una idea mejor de las mujeres… Alguien debería llevarlo por su mejor camino.

¿Por qué no habríamos de ser nosotras mismas?

Escribamos pues al señor Balzac… si…

¿Por qué no escribirle?

“¿Por qué no engañar a este caballero misterioso que tan pronto endiosa a las mujeres como las ridiculiza?

Redactarán, pues, una carta muy romántica, sentimental, patética y bien llena de admiración; una verdadera charada con la cual se inquietará sobremanera”.

Así comienza una larga historia de amor y pasión en un juego entretenido de arte, astucia y jovialidad… que se va tornando escabroso.

Esta historia que comienza en 1832 se convertirá en un increíble juego de encuentros y pasiones que lo llevará a Balzac a recorrer toda Europa y Rusia a la búsqueda de la condesa Evelina Rzewuska… para culminar el 14 de Marzo de 1850 en el casamiento con la viuda señora de Hanski en la Iglesia de Santa Bárbara de Berdiczew, y se instalan en Paris.

Balzac muere el 19 de Agosto del mismo año.

Le dejo al lector la búsqueda de esta historia que será decisiva en la vida de Balzac y que sin duda había sido para Stefan Zweig un punto increíble que lo anuda a Friederike… su apasionada lectora.

Stefan Zweig Emigró a Suiza durante la Primera Guerra Mundial y fue en esa época uno de los autores más traducidos.

Al terminar la guerra vuelve y se instala con su esposa en Salzburgo en un pequeño castillo donde recibe la visita de intelectuales y músicos de su tiempo impulsando la producción de jóvenes artistas.

Forman parte de este tiempo Thomas Mann, Max Reinhart, Máximo Gorki, Rainer, Maria Rilke, Auguste Rodin, Arturo Toscanini, James Joyce que escribía el Ulises,  Salvador Dalí, Gabriela Mistral, Antonin Artaud, Roman Rolland, Paul Valèry, Arthur Schnitzler, Anatole France, Luigui Pirandello. H. G. Wells, el conde de Keyserling, Roger Martin du Gard, Franz Werfel, Maurice Ravel, Richard Strauss, Béla Bartók… y tantos otros creadores de su tiempo, visita a Albert Einstein, y lo une una estrecha relación de amistad con Freud y su obra, fue él quien despidió los restos de Freud en 1939 en Londres.

Fue libretista de la obra de Richard Strauss, “La mujer silenciosa”, obra que se iba a estrenar en Dresde con la participación de Hitler.

Strauss se negó a sacar su nombre  de la cartelera, Hitler no fue al estreno y su obra fue prohibida poco tiempo después.

En esta época publica las obras que le permitirán éxito y fama mundial… recorre Europa como conferenciante y en la mayoría de los países que visita da la conferencia en el idioma del país.

También tuvieron gran éxito sus estudios biográficos inspirados en las obras de Freud, en los que abordaba los tabúes eróticos de su época, la infidelidad, las obsesiones sexuales y la homosexualidad.

Escribió una biografía de Freud, Poseía un estilo que aunaba una cuidadosa construcción psicológica con una brillante técnica narrativa.

Como razón del éxito de sus obras y del interés que los lectores tenían por sus libros… decía:

“Si algún arte conozco es el de saber renunciar, pues no lamento que, de mil páginas escritas, ochocientas vayan a la basura y solo doscientas se conserven como quinta esencia”.

Era un gran coleccionista de autógrafos y originales, con los años había logrado una magnífica colección: galeadas corregidas por Balzac, música anotada por Mozart, cartas de Lewis Caroll, manuscritos originales de Roman Rolland, Rainer Maria Rilke, Paul Claudel, Máximo Gorki, Freud…

En 1933 con la llegada del nacionalsocialismo al poder en Alemania, los libros de Zweig son quemados y pierde la editorial que había publicado todas sus obras.

En 1934 decide abandonar Austria y se dirige a Londres. Su esposa se niega a abandonar su patria, no comparte con él su temor por la situación europea.

Estudió los orígenes históricos del fascismo y dedicó su trabajo literario a ese estudio y escribió libros de gran éxito.

En 1939 se casa con su antigua secretaria Charlotte Elisabeth Altman, viaja por Sudamérica. Se instala en Brasil.

Meses después de cumplir los sesenta años y de completar su autobiografía  aparece muerto junto con su mujer el 22 de Febrero de 1942.

Si bien tenía el convencimiento casi desesperado de la desaparición de la cultura europea y la convicción de que el nazismo se extendería a todo el planeta… los motivos de su muerte permanecieron ocultos por las versiones oficiales y velados por los grandes honores que se le ofrecieron.

¿Cuándo llega Stefan Zweig a Balzac?

Stefan Zweig llega a Balzac desde muy joven y lee y relee la obra a lo largo de más de treinta años con una continuidad increíble.

Ya en 1906 tenía un conocimiento suficiente de la obra y nombra a Balzac el “Napoleón de la literatura francesa” cuando asesora a la editorial que reeditará la obra con quince volúmenes que prologará Hofmannsthal, a quien invita a una conferencia que daba en Viena, sobre Balzac, cuyo texto fue publicado. También asesora en 1908 la salida en papel biblia de “La Comedia Humana”, con un total de dieciséis textos.

Para Stefan Zweig, Balzac fue siempre, desde que lo descubrió el modelo a seguir, y su obra, en toda su complejidad, la medida de la literatura,

Alrededor de la primera guerra mundial 1914, en sus viajes a Paris compró tres ejemplares de las correcciones (un manuscrito enorme) de “Ténébreuse affaire”, a pesar de pagar altos costos y a cambio de grandes sacrificios… también un autógrafo de Balzac. Poseía ya la narración de “La Messe de l’Athée” desde Febrero de 1912.

En su diario, el 24 de Abril de 1913 escribía:

“Por las noches, silencio total en compañía de Balzac, aprehendiendo de él”.

Visitaba la casa de Balzac… a cada acontecimiento que ocurría en la realidad por ejemplo un proceso que se le hace al político Joseph Caillaux por el tribunal Superior de Justicia de Francia… escribía: “He aquí un personaje para Balzac” ¿Por qué no nos atrevemos a crear personajes así?

En la biografía de Balzac decía:

“Balzac tuvo la fructífera ocurrencia de hacer que sus personajes reaparecieran en cada libro, continuidad que le permitió escribir una historia de su tiempo completa y poética que abarcaba todas las clases sociales, las profesionales, las formas de pensar, los sentimientos y las relaciones”.

En Julio de 1920 entregó a la editorial Insel su “Tres maestros”, ensayos sobre Balzac, Dickens y Dostoievsky.

Ese mismo año Sigmund Freud recibe un ejemplar de este libro… “el dominio de Balzac es total”… le escribe.

En la primavera de 1939 le escribe a su maestro y amigo Roman Rolland su decisión de emprender la escritura de la biografía y crítica de la obra de Balzac, sabiendo que le exigiría tres o cuatro años de trabajo.

Instalado en Londres y en Estados Unidos y con todos los inconvenientes de los tiempos previos a la Segunda Guerra Mundial… emprende la tarea de cumplir un sueño de juventud:

“He tardado treinta años en ponerme manos a la obra siempre a la caza de todo lo que se publicara sobre él. Creo que ahora ya lo se más o menos todo, que no queda nada que espigar y que puedo por fin empezar a retratar a este gigante y su obra: qué hombre, qué poderío. Me llevará al menos dos años, pero ya se me ha pasado el tiempo de las pequeñeces, uno tiene que crear cosas válidas”.

Es el tiempo de la avalancha humana que llega a Inglaterra de Austria, de Alemania, de Checoslovaquia y de Hungría, Alemania ha invadido Polonia.

El había vivido en Austria y en 1940 se marcha a América.

Sus libros que creyó perdidos, sus manuscritos desperdigados en distintas cajas de seguridad, en distintos países… “Si al menos tuviera mis libros, aquí, sería más fácil”… Septiembre de 1939.

Con todo siguió trabajando, leía libros de otros exiliados… escribía… la carga de los tiempos se le hacía insoportable.

En Febrero de 1940 va a dar una conferencia en Paris…le escribía a R. Rolland:

“Me esfuerzo por conseguir un permiso para ir a Francia dos semanas… necesito a toda costa catorce días de estudio para mi Balzac”.

Viajó tres semanas… Francia se encontraba ante la inminencia de la llegada de los nazis, Italia entra en la guerra, el triunfo alemán en Noruega… desesperado, no sabe a donde ir… decide ir a Brasil con su segunda esposa Lotte, con quien se había casado en septiembre de 1939.

Dio conferencias en Brasil, Argentina, Uruguay.

Regresó a Brasil y se instalaron en Petrópolis, cerca de Rio de Janeiro.

En Bath había quedado el manuscrito de Balzac que  por temor a la censura no llevó… más tarde pide que se lo envíen… los libros no llegaban, su desesperación, su soledad, le pérdida de sus casas, sus objetos, sus manuscritos, sus valiosas colecciones…

El 22 de Febrero de 1942 él y Lotte fueron encontrados muertos en su residencia.

Una semana después llegaron a Petrópolis todos los papeles de Balzac.

Es Richardt Friedenthal amigo y editor de Stefan Zweig quien recibe los manuscritos sobre Balzac que le confiaron los parientes y herederos después de la muerte.

Su editor nos relata que hacía diez años que Stefan Zweig había empezado a trabajar en el manuscrito.

Desde sus comienzos en Viena había convivido con las obras y leyenda de Balzac… ya que Viena representó un papel muy especial en la historia de la celebridad de Balzac en Europa. De Viena partió la segunda ola de entusiasmo por Balzac que puso definitivamente a éste novelista francés en la senda de la notoriedad universal… en 1835 logra ya el pleno reconocimiento que le brinda un público europeo.

Hugo von Hofmannsthal fue el portavoz de la nueva escuela poética vienesa de fin de siglo, y escribió un ensayo espléndido sobre Balzac, el mejor que se puede hallar en lengua alemana.

Stefan Zweig pertenecía a esta escuela, y compartía este entusiasmo por Balzac que mantiene vivo hasta su muerte, como hemos visto por sus lecturas continuadas de la obra de Balzac, sus escritos, sus conferencias, la adquisición de los objetos de Balzac… hechos que se entrelazan en su vida como una verdadera pasión anudada a su deseo.

El plan que Zweig había constituido era muy vasto y parecía que sucedería lo mismo que sucedió con la obra del gran maestro, con “La Comédie Humaine”… su editor nos dice que parece como si parte del desasosiego balzaciano penetrase tanto en la obra como en los documentos de su biografía.

Incluso Richardt Friedenthal lo acompañó en muchas etapas de esta obra y observó  como lo que estaba escrito era objeto de constante refundición.

Zweig poseía una hermosa colección de los volúmenes originales de Balzac, que recogía muchísimas pruebas tipográficas corregidas de su mano y encuadernadas.

Estas correcciones desordenadas, que no querían tener fin, irradiaban una insinuación misteriosa. Contaminaron el original del biógrafo.

En torno al núcleo propiamente dicho, que tuvo que ser copiado y vuelto a copiar muchísimas veces por su infatigable esposa y colaboradora ejemplar. Se iban acumulando las inserciones.

Se iban originando catálogos y libretas de apuntes marginales, cuadernos separados…

Las ediciones de Balzac se llenaban de trazos y notas, de fichas e indicaciones.

Su casa se convirtió en un Museo de Balzac, en un archivo de Balzac, y todo esto tuvo que ser abandonado cuando en el verano del 40 marchó a América… en el desasosiego de su refugio en Petrópolis aún siguió trabajando y le pidió a su editor que le envié copia de sus apuntes… pero este ya no llegó a sus manos, el paquete fue devuelto a su editor con la declaración de que el destinatario había fallecido. La copia del original fue encontrada en su escritorio.

Este trabajo a realizar acontece en el centro mismo de la Segunda Guerra Mundial.

El material estaba disperso en varios lugares, parte en Londres, parte en Bath, otra parte depositada en cajas fuertes de distintos bancos.

El editor nos relata las circunstancias en las que se encontraba: tres veces se vio obligado a mudarse, porque su residencia quedó completamente destruida por las bombas.

Dos veces el original en el que estaba trabajando, le fue arrebatado de sus manos y esparcido por toda la sala.

El techo se vino abajo y sepultó las notas; aún hoy entre las hojas se encuentran acá y allá restos de vidrio astillado y de polvo de argamasa.

Con motivo de uno de lo “ataques Baedeker”, que eran ataques aéreos alemanes contra localidades inglesas que fueron alcanzadas por las bombas, cayeron astillas, esquirlas en la habitación donde se encontraba el material. Por fortuna una bomba que cayó en el gabinete de trabajo no llegó a estallar.

Este trabajo fue terminado en Londres, en diciembre de 1945 y su editor nos relata que si bien la obra terminada no es por completo lo que Stefan Zweig tenía intención de hacer, cree que representa un digno broche de la obra de su vida.

Esta historia, como muchas otras de la función editorial que han sido relatadas por los grandes editores nos permiten una profunda reflexión sobre la función autor, las condiciones de la escritura y esencialmente por las condiciones en que se produce una obra.