EN LA HISTORIA DEL PSICOANALISIS

EN LA HISTORIA DEL PSICOANALISIS

Jornadas Biblioteca Nacional

EN LA HISTORIA DEL PSICOANALISIS:
SIGMUND FREUD – MARIE BONAPARTE
¿Was will das weib?

Olga M. de Santesteban

Deseamos ofrecerles un período fascinante en la historia del Psicoanálisis donde emerge con plenitud el enigma de la femineidad en el encuentro entre Sigmund Freud-Marie Bonaparte, que nos va a llevar a centrar los momentos históricos que van anudando –como las cuentas de un collar- el largo camino de una interrogación esencial, cuya reflexión no ha concluído.

Esta interrogación le permitió a Freud encontrar los fundamentos de todo el aparato doctrinario desde donde emerge el psicoanálisis.

En 1895, con los Estudios sobre la histeria, publica lo que constituyó su punto de partida en esa larga serie de historias de mujeresmujeres excéntricas, acostumbradas a ser grandes anfitrionas en la Viena del siglo XIX, baronesas, familias aristocráticas, títulos de nobleza, enormes fortunas, el lujo de las grandes villas o palaciosdonde desplegaban sus dones sobre la pintura, la música, la poesíasirvieron de trasfondo para que Freud se interrogue acerca del valor de una biografía y constituye el momento originario que va a nutrir su teorización sobre la histeria.  Una teorización que puso el acento en la dimensión subjetiva que nutrió los síntomas: afrentas sufridas, mortificación, dolor, humillaciones, relatos asustantes, acusaciones que aterrorizaban, chantaje, angustia atroz, todo esto en el seno de ese núcleo familiar muy severo de su vida infantil. Pero habían logrado un estilo de vida que intentaba mantener en secreto sus síntomas, apareciendo en lo social con una larga serie de amantes, con frecuencia sus médicos personales que llevaban a vivir a su castilloextravagancias erótica.

Así, anfitrionas de salón, eran admiradas como filántropas y patrocinadoras artísticasun estilo de vida extravagantepero en el consultorio de Freud se mostraban atrapadas, aterrorizadas, cautivas de los síntomasFreud reúne estas historias para situar sus increíbles fantasías alrededor del relato de la seducción ejercida por los parientes más cercanos o la servidumbre que siempre, con violencia y brutalidad, mostraban su poder de dominación sobre las niñas.

Sus síntomas fueron la huella irreconocible en la repetición figurada de ese acto, acto ya olvidado, acto que las colocaba en el centro de un deseo del que desconocían su profunda participación perdida en los laberintos de su memoria.

Largos años de investigación y reflexión sobre la sexualidad femenina mostraron el enigma del deseo profundamente velado en las máscaras insondables del amor y del goce como diferentes resoluciones en la posición femenina.

Se abre así el camino para descifrar las claves del erotismo femenino y sus espejismos eróticos, para recorrer las relaciones entre el amor y el deseo, entre el deseo y el goce, entre la angustia y la obscenidad que lo llevaron a descubrir una de las claves de la histeria, al situar el impasse en su pregunta secreta y amordazada –que al decir de Jacques Lacan- se expresaba en el interrogante: ¿Qué es ser una mujer?.  ¿Por qué el sexo femenino, tiene un carácter de ausencia, de vacío, de agujero?. ¿Por qué lo que ellas desean es locura?¿Por quélas concesiones que cada una hace para un hombre: de su cuerpo, de su alma, de sus bienes?

Al introducirse en estas historias se le revela a Freud que el cuerpo habla con el malentendido de su goce y solo le queda su errar en el encuentro amoroso, su “exilio de la relación sexual” tal como Jacques Lacan lo nombró y el profundo descubrimiento que hay siempre en ellasdesde un “jardín secreto” hasta el “dark continent” (“continente negro”) que escapa siempre del discurso¿por qué?quizás porque ellas soñaban siemprecon un deseo que naciera del amor.

El deseo trae siempre aparejado cierto quantum de amor, no importa si mucho o pocopero la inversa no es verdadera, a pesar de todos los elogios que se le hicieron al pequeño dios, se dice que él, permaneció completamente incapaz de engendrar el más mínimo deseo.

A lo largo de los siglos se ubicó del lado femenino un poder oculto que le otorgó un velo insondableJacques Lacan llamaba fogón ardiente a ese goce que constituye el verdadero enigma en la sexualidad femenina que solo se traduce en nudos de lenguaje y que se refleja en los señuelos que nos ofrecen las palabras al articular la verdad del goce que se muestra y nos descubre su mundo pasional, sostenido por infinidad de fantasmas que velan la causa del deseo.

Freud abrió el camino a un grupo enorme de mujeres que investigaron, a partir de la década del 20, la aventura de la sexualidad femenina.  En esta trama llega a Freud la princesa Marie Bonaparte para interrogarlo acerca del enigma que constituye el “dark continent” en la sexualidad femenina.

La famosa frase –que se dice- Marie Bonaparte le formuló a Freud era: ¿Was will das weib? Una frase que ha recorrido oscuros caminos en el mundo de la lenguaequívocos del lenguaje nos han llevado a evocar la multiplicidad de dimensiones que nos ofrece.
¿Qué quierequién? Una mujerzuela, una mujercita, una varona, una hembra, una arpíatodo esto es weibpero también evoca en su pregunta no solo qué quiere ella, sino cómo es posible gozar de una weib Ella no usa Frau que es mujer¿Qué es will?es querer, apreciar, estimar, tener intención de estar por …es complacer…es acceder (al deseo)…es ser complaciente…es disposición…es a pesar de (uno)…por fuerzapero es también lo que se usa para expresar la última voluntad, como cuando se escribe un testamento.
¿Cómo se traduce esto para que pueda ser tomado por el lenguaje?

            Los invitamos a asistir al desarrollo de este tema fascinante, acompañado de una hermosa película que nos mostrará el encuentro entre Sigmund Freud y Marie Bonaparte.  Un período increíble de la historia del Psicoanálisis que nos enfrentó –sin duda- al surgimiento de la mayor crueldad, con la llegada del nazismo al poder, en esa Viena maravillosa del arte, de la ópera y la belleza del lenguaje más exquisito en sus creaciones poéticas.

La princesa llega al diván de Freud a los cuarenta y tres años de edad, en el año 1925. Casi treinta años después Freud vuelve a recibir una mujer excéntrica, con títulos de nobleza, enorme fortuna, lujo, palacios ahora se le presenta la Princesa Marie Bonaparte, ella era el personaje de las cenas en el palacio de Buckingham, los palacios europeos, el principado de Grecia y Edimburgo, Monte Carlo, un destino aristocráticoy la misma búsqueda desesperada con asesinatos, pesadillas horripilantes, chantaje, fobias, la idea obsesional de estar implicada en un asesinato.   Estaba convencida de la base anatómica de la frigidez e insistía en acercar el clítoris a la vagina quirúrgicamente en la ilusión de encontrar el orgasmo.  Su fórmula era, clítoris sensible, vagina dormida.  El objetivo era transferir la excitación clitoridiana a la vagina. Búsquedas que no resolvían el punto nodal  de su demanda de amor.

Antes de llegar a Freud -a través de su salón que reunía le tout París intelectual- se hizo amiga del médico y sociólogo Gustave Le Bon que es quién la familiariza con los escritos de Freud.  Ella se dedicó a investigar los diferentes niveles de la sexualidad femenina, una búsqueda osada y minuciosa donde interrogando un gran número de mujeres, se debatía entre el deseo violento y pasional o el deseo carente de sexo que nunca lograba el orgasmo con placer y la enfrentaba a una anestesia implacable.

El año 1923-24 la encuentra acompañando la agonía de su padre.  Junto a su lecho lee las Conferencias de Introducción al Psicoanálisis, de Sigmund Freud.  Se dice que escapaba siempre del lecho de su padre en agonía, para encontrarse con sus amantes en el jardín donde hacían el amor bajo las estrellas.  Un gran fantasma que bordeaba la frontera entre sexualidad y muerte, pero donde el sexo se rehusaba a dar a su cuerpo el goce necesario para vibrar pasionalmente.

La muerte del padre la precipita al psicoanálisis y a su encuentro con Freud el 30 de septiembre de 1925.   Comienza así su análisis, su formación y su gran aporte a la causa del Psicoanálisisademás de participar del círculo familiar de Freud.
El estudio, la extensión del Psicoanálisis, las publicaciones, la editorial, las  traducciones comienzan a ser su causafue depositaria de los anillos que Freud entregaba.
Sus investigaciones la llevaron a recorrer desde los ritos de iniciación femenina y de extirpación en África, a cadáveres de mujeres para observar su sexoconsultas a antropólogos para conocer prácticas tribales. Sostenía una teorización que cada vez más quería encontrar en la biología los enigmas del erotismo.
Con la llegada de Hitler al poder y la persecución implacable de los nazis, ella luchó con valentía para posibilitar la huída de la familia Freud a Inglaterra (asi como de otras familias) utilizando sus contactos diplomáticos, y logra que finalmente, el 3 de junio de 1938, Freud salga de Viena en el Orient Express.

Tras la muerte de Freud, ella también emprende el exilio.  Refugiada en Atenas en febrero de 1941, se embarca para Alejandría con la familia real de Grecia, después para África del Sur, donde organizó una enseñanza de la doctrina freudiana y proyectó volver a Francia después del sitio de Stalingrado.  En el otoño de 1944 estaba en Londres y en febrero de 1945, de vuelta en París se integra nuevamente a trabajar en la Sociedad Psicoanalítica de Paris.  Se dedica a escribir, continúa investigando acerca de la sexualidad femenina, el masoquismo, en su trabajo Reflexiones Bio –Psíquicas sobre el Sado-masoquismo (su obra más conocida).  Busca la razón del crimen y el asesinato y los errores judiciales, inspirada en el caso Caryl Chessman, donde abogaba por la abolición de la pena de muerte. Publicó un libro sobre este trabajo.
El Psicoanálisis y su lazo con la ciencia médica continuó siendo su pasión hasta el final de su vida, el 21 d septiembre de 1962 en su mansión de Saint Tropez.

Los invitamos a la Biblioteca Nacional para recorrer un período de la historia del psicoanálisis fascinante y asistir a la proyección de una película muy bella que mostrará desde el encuentro con Sigmund Freud, el desarrollo de su análisis y los momentos cruciales de la historia política que atravesó Viena y culminaron con la segunda Guerra Mundial.  Es también un homenaje, este año, al cincuenta aniversario de la muerte de Marie Bonaparte.

Biblioteca Nacional

Sábado 30 de Junio 2012 de 14 a 19 hs.
Sábado 20 de Octubre 2012 de 14 a 19 hs.
Sala: Auditorio Jorge Luis Borges
Organiza: Discurso Freudiano, Escuela de Psicoanálisis, en el 30 aniversario de su Fundación
Adhesión Laboratorios Bagó

  • Marie Bonaparte nació  el 2 de Julio de 1882 en Saint –Cloud
  • Era sobrina bisnieta del emperador Napoleón I, fue esposa del príncipe Jorge de Grecia y heredera de la vasta fortuna de los Blanc, fundadores y constructores de Monte Carlo.
  • 30 de Septiembre de 1925, encuentro con Freud.
  • El 4 de noviembre de 1926 fundó la Societé Psychanalitique de Paris, fundó y financió el Instituto de Capacitación de la Sociedad de Paris y la “Revue Francaise”.
  • En 1928 se realizó la expedición de Roheim al Pacífico y a Australia que resultó posible gracias a la generosidad y perspicaz visión de Marie Bonaparte.  Tenía por objetivo el estudio de los primitivos aborígenes para investigar el Complejo de Edipo, el complejo de masculinidad en la mujer y la libertad sexual.
  • Realizó numerosas traducciones de las obras de Freud: Fragmento de análisis de un caso de histeria (Caso Dora) con Loewenstein y  Un recuerdo infantil de Leonardo Da Vinci, Autobiografía, El chiste y su relación con lo inconsciente, El porvenir de una ilusión, etc.
  • Recuperó la correspondencia entre Freud y Fliess que compró en 1937 a un librero alemán.  Convencida de que la figura de Sigmund Freud pertenecía a la historia del pensamiento humano, tal como Platón o Goethe, desafió la decisión de Freud que quería recuperarlas para quemarlas.
  • Publicaciones: Dos volúmenes sobre Edgar A. Poe, Sexualidad femenina. Topsy (traducido al alemán por Anna Freud y Sigmund Freud), Psicoanálisis y biología, Psicoanálisis y antropología.
  • Muere el 21 de Septiembre de 1962 en Saint Tropez, Francia.