EL ESTATUTO DEL SUJETO EN LA ESTRUCTURA PERVERSA

EL ESTATUTO DEL SUJETO EN LA ESTRUCTURA PERVERSA

CLINICA PSICOANALITICA.

EL ESTATUTO DEL SUJETO EN LA ESTRUCTURA PERVERSA

Olga M. de Santesteban

La perversión se presenta como un montaje lógico que le aporta al sujeto perverso un modo reglado de su relación al goce.

Este montaje constituye una respuesta frente a la castración que a través de una escenificación denuncia su posición en la topología del goce… es así mostración de esa intimidad con el goce que intenta producir una inscripción de sujeto.

La obra de Jacques Lacan ha aportado nuevas luces a este universo que ha adquirido nuevas nominaciones para mostrar la diferencia con las otras estructuras y ha permitido avanzar en la dirección de la cura hasta llegar a establecer y situar a la perversión como analizable e interpretable… y esto a partir de ubicar la pregunta que el perverso formula.

Es así que el sujeto perverso se interroga si le queda la chance de que algo haya escapado en la disyunción cuerpo-goce, que haya escapado a ser goce alienado, es decir, la chance de que todo el cuerpo no haya sido tomado en el proceso de la alienación… en ese proceso que desgarra el cuerpo del goce.

Es desde este punto que el perverso interroga la función del goce.

J. Lacan decía, y la clínica lo prueba, que esa interrogación la produce sin jamas captarla mas que de una manera parcial…

Pero aún mas… porque si en el proceso de la alienación se produce la disyunción cuerpo-goce… el perverso buscará reencontrar el goce, pero no sabrá en eso que deviene, lo que hace como sujeto… y la mayor parte del tiempo queda a mitad de camino de aquello a lo que apunta (Lógica del fantasma).

Se abre así la perspectiva para plantear… ¿Cómo el goce es manejable a partir del sujeto?.

Se intentará ubicar algunas cuestiones que señalan la posición del sujeto perverso como consecuencia de la operación de alienación y su impasse en la separación… …razones que determinan el quedar petrificado en el ser de goce, tiempo esencial de la mayor desposesión subjetiva entregado a ese oscuro y opaco Amo de una voluntad de goce…

¿Qué logra con esta estrategia?.

Este Amo que se encarna en figuras que ocupan el lugar del Otro introducen un punto de fijación del deseo… Dios, La Mujer, las jefaturas, las jerarquías eclesiásticas, políticas, psicoanalíticas…

Es bajo esta encarnación que el perverso queda colocado en la posición de ser instrumento de goce, donde el Otro se significa como ser supremo en maldad…

¿Quién es fuera de esto?.

¿Cuál es la medida de lo que queda por fuera de esto?.

¿Cómo enfrenta lo insondable… Y ese inverificable del sexo que J. Lacan diagramó para todo sujeto?

Algunas respuestas en lo que sigue.

LA LOGICA PERVERSA

EL SUJETO RECONSTITUIDO DE LA ALIENACION                                                    

La lógica que vemos diagramarse en la cura de la estructura perversa es una lógica que opera con el sujeto reconstituído de la alienación produciendo el falo en tanto ausencia. Recordemos que el Falo tiene la función del significante de la falta en ser.

Es el significante de esa pérdida que el sujeto padece a causa de la inscripción signficante… el Falo es el significante forcluído del goce sexual.

La pérdida del goce sexual es la castración, por tanto, no está en el sistema del sujeto, esto indica que no hay sujeto del goce sexual… De esto se deduce que si esta radicalmente forcluído es el significante que agujerea al Otro (se iran desarrollando estas diferentes perspectivas en que funciona el Falo).

Producir el falo en tanto ausencia se realiza con el objetivo de obturar la hiancia del Otro con su goce… esto indica un montaje perturbado del desarrollo de la pulsión cuyo acento recae del lado del ser.

Encontramos aquí un punto esencial en tanto que en el juego que bascula entre el ser y el tener… despliega su posición subjetiva mostrando que la relación del sujeto al ser es su modo opaco y secreto de sustituir la relación del sujeto al mundo que el fantasma nos muestra en la neurosis.

Que el perverso se relacione del lado del sujeto al ser indica que va acompañado de un movimiento donde queda petrificado en el ser de goce, conectándose de modo singular a lo real del goce produciendo en la relación cuerpo-goce-muerte una cierta perplejidad frente a lo insondable del sexo… frente a ese impasse inverificable del sexo que Jacques Lacan señaló en su elaboración de lo real (Los no incautos yerran).

La construcción que Jacques Lacan ha producido sobre la constitución del sujeto referidas al ser y al goce, a la primera disyunción cuerpo-goce como apertura a la dimensión de sujeto, como introducción entre el cuerpo y el goce de la función sujeto y a la segunda disyunción del objeto a… como cierre… han situado la dimensión del deseo interrogando a ese ser que en el proceso de la alienación establece el “Yo (je) soy del goce”que debe quedar excluído para que surja como un “yo soy del goce renunciado“ en el proceso que va de la alienación a la separación. Estos desarrollos han iluminado el campo de la perversión y han constituído un aporte esencial en la dirección de la cura de la estructura perversa.

Al diagramar el campo del ser y el campo del objeto a como dos campos diferenciados por una operación central que se refiere a la nulificación del Falo para que advenga la segunda disyunción -la del objeto a… mostró como en la estructura perversa el acento recae sobre el ser.

Esta disyunción del objeto a inscribe la historia de las pérdidas en un universo que mediado por el fantasma permite al neurótico la relación del sujeto al mundo… veremos como se produce para la perversión.

LA INSENSATEZ DEL SER.

Veamos el campo del ser en la constitución del sujeto…

El sujeto al articular la cadena significante trae a la luz la carencia en ser… el Otro… lugar de la palabra, es también el lugar de esa carencia …ese ser es del orden de lo real que se manifiesta a nivel de lo simbólico, en los cortes, en los intervalos, ese ser puro de sujeto va a ser designado en el fantasma.

El ser, enmascarado para el sujeto, es ese sacrificio de sí mismo, esa libra de carne empeñada  en su relación con el significante… y es porque algo toma lugar de eso… que ese algo deviene objeto en el deseo.

Es esto lo profundamente enigmático por ser en el fondo, relación con lo escondido, con lo oculto.

Para que esto se produzca hay elección en la alienación porque el Yo (je) del goce debe quedar excluído para producir el yo soy del goce renunciado.

De ese ser y su discordancia con el saber surgirá el sujeto… de una ruptura del ser queda la huella que hará un sujeto (Encore).

En la operación de constitución del sujeto que va de la alienación a la separación hay un primer objeto que el sujeto pone en juego: coloca en el Otro su propia pérdida.

Esta operación de extracción y colocación está en el centro del Complejo de Castración, de este modo en la salida de la alienación se restaura lo perdido a los fines de salvaguardar la división del sujeto.

El perverso coloca  ahí su ser… que servirá como instrumento del goce y esto hace a un modo, particular de relación entre el sujeto y el objeto dando al estatuto del sujeto una forma que J. Lacan llamó de SUJETO RECONSTITUIDO DE LA ALIENACION… y esto se produce a condición de constituírse como instrumento de goce. (Kant con Sade).

Recordemos los lugares en la operación de alienación, operación esencial en la que se funda el sujeto…

…y recuperemos lo que plantea en Encore: debemos ubicar para cada estructura la singularidad de cada uno de estos elementos… “las perversiones, tal como se cree poder detectarlas en la neurosis, de ningún modo eran eso, perversiones… los neuróticos no tienen ninguno de los caracteres del perverso. Simplemente sueñan con eso, cosa muy natural, pues ¿cómo, si no, alcanzar a su pareja?”.

Rescato esto para volver a situar insistiendo en el sujeto reconstituído de la alienación a condición de constituirse como instrumento de goce.  Es en la operación de separación donde se constituye la posición perversa que tiene que ubicarse frente a la ausencia de ser de la inscripción significante y la petrificación en la insensatez del ser.

En la neurosis la separación confronta con el Deseo del Otro donde el sujeto pone en juego su propia existencia.

Lacan señala que en la perversión la voluntad del Otro produce como consecuencia la anulación o la muerte del sujeto.

El perverso colocado en la posición de querer gozar responde petrificándose como instrumento de goce… la voluntad se acomoda allí donde el deseo no tiene lugar.

Pero surge aquí un punto esencial que en la dirección de la cura llega a constituírse en pregunta… interroga entonces por el límite de la transgresión…

Si en la operación de separación se hace palanca sobre la voluntad y se vuelca la alienación sobre el Otro… el perverso en lugar de tomar la división, la empuja hacia el Otro… vale que nos preguntemos ¿de qué modo realiza esta maniobra?.

El acto perverso conteniendo el escándalo, el ultraje al pudor, la búsqueda de angustia, la violación del pudor, logra alcanzar el punto de extimidad al que dará sus razones y sus comentarios en la mayor desposesión subjetiva.

Esto forma parte y caracteriza al sujeto reconstituído de la alienación… entonces si es sujeto dividido en ese tiempo lógico de la alienación, es en la operación de separación donde se va a reconstituir colocando su ser entre el significante unario y el binario (en lugar de colocar su propia pérdida en el Otro, operación realizada en la neurosis).

Esa colocación del ser se produce ofreciéndose como instrumento de goce.

¿Es así como el perverso se confunde porque coloca el objeto extraído sobre el propio sujeto?.

Esta es una de las razones con las que Jacques Lacan diagrama la inversión del fantasma.

Interroga entonces por la inscripción del sujeto en el Otro.

El sujeto reconstituído de la alienación se sostiene porque la renegación de la castración o sea la renegación del vaciamiento de goce que produce la operación significante le permite recomponer el fetiche con los restos ya inservibles de los objetos.

Esta elección del ser hace que el deseo este apenas presente en la perversión y si decimos que el deseo es la barrera contra el goce, podemos captar la dificultad con el deseo… porque cuando el deseo no es barrera al goce puede suponer en el Otro un goce del cual él va a ser su siervo.

Podemos captar también el lugar del fetiche viniendo a ocupar el lugar de los objetos.

Es con el fetiche que el perverso completa con goce al Otro…

LA INVERSION DEL FANTASMA 

A partir de “Kant con Sade” Jacques Lacan diagrama la forma que toma el fantasma sadeano donde al placer se ha sustituído un instrumento (objeto a de la formula) y donde la división del sujeto se obtiene a condición de que su agente aparente se coagule en la rigidez del objeto, en la mira en que su división de sujeto le sea entera desde el Otro devuelta.

El esquema ubica:

Esta inversión de la fórmula del fantasma coloca el movimiento pasando por la voluntad V como muestra de la objetivación del goce petrificado en el instrumento-fetiche, así se prescinde de lo subjetivo… y a… pasa a ser la forma de la ley… el movimiento continua hasta generar la división entre el S – sujeto bruto del placer (sujeto “patológico”) y S.

Esa voluntad, no puede llamarse de goce, sino es explicando que es el sujeto reconstituído de la enajenación al precio de no ser sino el instrumento del goce.

Otro de los puntos que el texto señala es que por ser el objeto a del fantasma, que se situa en lo real, la tropa de los atormentadores por ejemplo en Juliette, puede tener mas variedad.

Por otro lado el hecho de la exigencia, en la figura de las víctimas, de una belleza siempre clasificada como incomparable y por lo demás inalterable debería situarse no del lado del atractivo sexual -¡tan lejos de este universo! -sino del lado de la función de la belleza, como barrera extrema para prohibir el acceso a un horror fundamental.

Es para la dirección de la cura una interrogación crucial al tener que situar lo que actúa como barrera para prohibir el acceso a un horror fundamental en los tiempos donde la maniobra sobre lo real que situa hoy la ciencia nos precipita a una toma de posición sobre el límite de esta maniobra sobre lo real.

La ciencia ha traspasado las barreras que funcionaban tácitamente como prohibidas y situaban campos de horror allí donde hoy son ofertas para dar solución a lo que el sujeto situa como imposible, sobre todo en lo referente a un cuerpo y su relación al goce… un cuerpo y su interioridad… ( Congreso sobre lo real).

A través de todo esto Lacan se interrogaba en la posición de Sade por el punto exacto ante el cual retrocedió.

Colocó allí el mandamiento cristiano al manifestar su rechazo de la pena de muerte.

            Sade se detuvo allí, en el punto en que se anuda el deseo a la ley…

            Algo de él se dejó retener en la ley…

            Pero no fue mas lejos.

El hecho de que la madre sigue estando prohibida, le permite decir a Lacan: queda confirmado nuestro veredicto sobre la sumisión de Sade a la ley… pero en esta obra… del deseo pues, poco hay aquí, y aún de hecho nada.

Cuando Lacan define lo que llama deseo perverso lo ubica como voluntad de goce.

LA PULSION NO ES LA PERVERSION.

Lacan señala que si a nivel de la pulsión el objeto no es alcanzado, el fantasma sirve para alcanzar el objeto que la pulsión no había alcanzado y sirve como uno de los soportes del deseo… no es el objeto el que sostiene al deseo.

El sujeto se sostiene como deseando con respecto a un conjunto significante siempre mucho más complejo. Esto se ve bastante bien en la forma de escenario que ella toma, donde el sujeto, mas o menos reconocible, esta en algún lugar, escindido, dividido, habitualmente doble, en su relación con este objeto que muy a menudo ya no muestra mas su verdadera figura (Los cuatro conceptos fundamentales para el psicoanálisis).

Es justamente en ese instante en que el sujeto se hace el objeto de otra voluntad, que no solo se clausura, sino que -por ejemplo- la pulsión sadomasoquista se constituye.

Abordaré luego esto como esencial al estatuto del sujeto en la perversión -razón del título de este trabajo- ese instante de flash… de dimensión contituyente… instituyente ofrecida al goce.

No hay señuelo… solo el instante del acto perverso intentando inscribir en una repetición indefinida el mismo acto.

Esto prueba el axioma de Lacan “la pulsión no es la perversión”.

Diría que: la perversión es el intento fallido de constituir la pulsión.

Lacan señala que lo que define la perversión, es justamente como el sujeto se sitúa en la estructura.

Lacan en su seminario, “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”… situaba la manera en la que el voyeur se ubica en la estructura en el tiempo del acto de voyeur.

Señala que el sujeto en tanto trata de ver, no está ahí a nivel de la pulsión de ver. Esta ahí en tanto perverso y no se ubica sino al término de la argolla.

Lacan se interroga por el lugar del objeto y muestra como en el perverso el blanco es alcanzado.

El objeto es aquí mirada, mirada que es el sujeto quien lo alcanza, quien hace diana en el tiro al blanco.

En el campo de la pulsión escópica la mirada es este objeto perdido, y de repente reencontrado, en la conflagración de la verguenza, por la introducción del otro.

Lacan hace una referencia a Sartre y acota que si en la lectura que produce Sartre hace surgir la instancia de la mirada no es al nivel del otro cuya mirada sorprende al sujeto mientras ve por el agujero de la cerradura, sino que ocurre que el otro le sorprende a él, el sujeto, como siendo todo él mirada oculta.

  ¿Entonces, que intenta ver?.

Lo que intenta ver es el objeto en tanto ausencia.

Esto constituye uno de los aportes esenciales en el campo del psicoanálisis y da razón a la lógica perversa.

Lo que el voyeur busca y encuentra no es mas que una sombra, una sombra detrás de la cortina.

Ahí fantaseará cualquier magia de presencia, la chica mas graciosa incluso si en el otro lado sólo hay un atleta peludo.

Lo que busca no es, como se dice, el falo, sino precisamente su ausencia, y de ahí la preeminencia de ciertas formas como objetos de su búsqueda.

Lo que se mira, es lo que no se puede ver…

EL CAMPO DE LA PULSION ESCOPICA

Recordemos que Lacan diagramó en el campo de la pulsión escópica el objeto a, como aquello de lo que el sujeto para constituírse, se ha separado como órgano. Eso vale como símbolo de la carencia, es decir, del falo, no en tanto que tal, sino en tanto que falta. Es preciso, pues, que eso sea un objeto, en primer lugar, separable, en segundo lugar, que tenga una relación con la carencia… objeto privilegiado surgido de alguna separación primitiva, de alguna automutilación inducida por el acceso mismo de lo real, cuyo nombre, es el objeto a.

La mirada puede contener en sí misma el objeto a donde el sujeto viene a caer… la mirada puede llegar a simbolizar la carencia central expresada en el fenómeno de castración… y deja al sujeto en la ignorancia de lo que hay mas allá de la apariencia.

El ojo y la mirada, tal es …la esquizia en la que se manifiesta la pulsión al nivel del campo escópico… lo que es elidido en el campo de la visión es la mirada.

Recordemos también como Lacan señala frente a su lectura de la relación entre el pintor, su obra y el espectador que se da algo al ojo… se da algo como alimento al ojo, pero se invita a aquel a quien se presenta el cuadro a deponer ahí su mirada, al igual que se deponen las armas. Se da algo no tanto a la mirada como al ojo, algo que implica abandono, depósito, de la mirada.

Se puede también engañar al ojo como en el trompe – l’ oeil donde se intenta por una serie de artificios de perspectiva crear una ilusión de objetos en relieve… en esta apariencia engañosa se produce el triunfo sobre el ojo, de la mirada.

Ganamos la visión, el ojo sirve como sedimento a la mirada.

            …hay deposición de la mirada.

            …el a es presencia de un hueco, de un vacío, ocupable por cualquier objeto, como nos dice Freud, …y es por este objeto que el sujeto, logra alcanzar la dimensión del Otro -en tanto el a es representante de la pérdida que liga el inconsciente a la pulsión …a partir de esta operación. 

             …el a regla toda acción que tiene por eco un deseo.

El recorrido por estos conceptos nos permiten ubicar el lugar que ocupa en el acto de voyeur ese intento de ver el objeto en tanto ausencia… lo que se mira en el acto es lo que no se puede ver.

Los diferentes niveles en la ubicación del objeto a ha permitido captar qué ocupa su lugar en la perversión.

LA FUNCION DEL OBJETO a

Instrumento de potencia

falo = falta

Lacan plantea en el seminario “La Angustia” un esquema para la constitución del objeto a como una estructura compuesta por estos diferentes pisos. En las diversas formas en que se manifiesta siempre se trata de una misma función, a saber, de qué modo a esta ligado a la constitución del sujeto en el lugar del Otro y lo representa.

Recordemos que Jacques Lacan plantea que es en el discurso sobre la función de la renuncia al goce donde se introduce el término del objeto a. Queda allí el plus de gozar como función de esta renuncia bajo el efecto de discurso.

El sujeto que se fabrica tiene existencia en el movimiento que va del seno a la deyección y de la voz a la mirada, a partir de esto la única relación con el goce es con la pérdida de goce. El goce está dirigido a un esfuerzo de rehallazgo del objeto perdido …ese goce no podría ser reconocido mas que por la marca que ha dejado la renuncia… la marca, el trazo unario…

El a funciona como lugar de captura de goce.

En este movimiento que va de la renuncia a la captura se constituye agujereando lo real lo simbólico que como lugar del Otro expulsado del goce se estructura por la incidencia significante… Es por este movimiento en que el a agujerea el lugar del Otro, -en tanto perdido,- que produce la inscripción de sujeto para que pueda colocar luego su firma. …así por estas operaciones se introduce allí esta falta, esto es, la expulsión del goce; instalando en el lugar del Otro esta barra que da cuenta de la división del sujeto… así esta abertura, ese agujero puede distinguirse con el título del objeto a en tanto presencia del deseo.

Esta operación que cierra la constitución de la pulsión introduce en la topología del goce una administración y regulación que a través del fantasma – sitúa la estrategia para localizar un objeto apto para el goce perdido como intento de goce a recuperar.

El fantasma es uno de los modos de situar al sujeto en relación al Otro, esencialmente frente al Deseo del Otro.

Como estrategia de engaño, o de anhelo ingenuo el fantasma surge para detener el Deseo del Otro… intenta detener -lo que lee- como capricho del Deseo del Otro y ante lo imposible de descifrar que se le presenta en el Deseo del Otro, el fantasma en tanto axioma dice: es esto, esto es lo que el Otro quiere.

Encontramos aquí en Jacques Lacan otro de los aportes esenciales para la dirección de la cura en análisis avanzados.

El objeto no es alcanzado por la pulsión, como vimos, la pulsión es el efecto y la consecuencia de la pérdida de objeto producida  sobre la operación de nulificación del FALO.

¿Cómo situamos al sujeto?.

El propio sujeto se sitúa determinado de manera tal que esta determinación del sujeto es el fantasma: el Otro quiere algo para ver… para escuchar… para chupar… para la deyección…

Así el sujeto viene alcanzar el lugar del objeto que la pulsión no alcanzaba.

Ahora el sujeto es él mismo el objeto que puede… por ejemplo  …ser visto.

El Otro me ve bajo la forma en que me complace ser visto.

Lo que se ofrece como imagen es i(a).

De este modo la mirada no coincide con el ver, con la visión.

Lacan dirá: es lo que se da – a – ver lo que llama al a – ver.

El texto de la mirada en tanto objeto a (reparemos en esta precisión de J. Lacan: la mirada en tanto contiene el objeto a o la mirada en tanto objeto a… es “TU NO ME VES DESDE DONDE TE MIRO”

HIANCIA

objeto a

Este desarrollo del fantasma si se coteja con la diagramación de los tiempos de la gramática pulsional indica la forma de aparición del sujeto a través del fantasma.

La pulsión es un montaje… es un medio de producción de satisfacción.

Si tomamos el campo de la pulsión escópica, Lacan mostró que el objeto de la pulsión de ver es la mirada… mirada como resto producido por el contorneo del trayecto de la pulsión, a esto lo nombró DERIVA DE GOCE. Consideramos aquí todo lo que se revela de la distribución del placer en el cuerpo.

Si el placer se ubica como disminución de goce… el goce pide otro goce… encore, mas de eso allí… de eso aún más…

Los impasses del goce producen síntoma que articulan una dimensión que permite que algo NO SE REALICE.

En el corazón de la pulsión está el objeto a: mirada (en este caso).

Si el a liga la pulsión al inconsciente, esto se revela como un saber… es el lugar teniente de lo sexual.

Consideramos entonces un saber y un Sujeto.

Saber que intenta articular una verdad sobre el sexo …lo sexual en tanto prohibido.

En el origen de todo saber hay un NUDO DE GOCE. Aquí encontramos la FUNCION DEL PADRE como sostén de todo el montaje gramatical… y el saber que deriva de esto es un saber fundado por una interdicción sobre la sexualidad y la muerte.

Es porque el a liga la pulsión al inconsciente que podemos decir que “las pulsiones son el eco en el cuerpo del hecho de que haya un decir”.

En esta economía de goce en cuyo centro se encuentra el objeto a… en el hueco, en el vacío del borde de esta estructura de borde, un objeto cualquiera aparecerá en ese fluír que hace las veces de objeto a.

Así el objeto mismo, no es más que la presencia de un hueco, de un vacío, ocupable por cualquier objeto -tal como Freud lo situó- y para nosotros bajo la invención de Jacques Lacan cuya instancia conocemos como el objeto perdido – el objeto a en tanto el análisis lo articula por eso que es, a saber, la causa del deseo, es decir, la división del sujeto, como ese ser que es desde el origen falta… falta en gozar.

Sin estos desarrollos no era posible situar la verdadera cuestión de la estructura perversa en esa maniobra exorbitante en su esfuerzo por intentar obturar ese agujero en el Otro… ese esfuerzo por colocar en ese fluir… esa imagen fascinante del fetiche que se hace estatua…

Se puede ahora comparar la diferencia de operaciones producidas al decir que en la pulsión escoptofílica se trata de hacer aparecer en el campo del Otro la mirada…

Veremos como Lacan articuló en el objeto mirada la posición del exhibicionismo y del voyeurismo.

ACERCA DE LA MIRADA EN LA PERVERSION

Que en el acto exhibicionista se proponga hacer surgir la mirada, continua la lógica que se planteo con el falo… buscar una ausencia …buscar allí donde no esta… buscar hacer surgir la mirada en el campo del Otro en tanto da a ver al otro lo que la suscita.

Lacan coloca el acto voyeur como un acto de profanación …interrogar en el otro lo que no puede verse …el objeto del deseo del voyeur se coloca por ejemplo al nivel de un cuerpo picado de viruela, de un perfil de niñita… la brújula cambió, ahora se trata de la propia mirada del sujeto: suscitar en el otro lo que nunca podrá ver, su propia mirada para colmar al Otro.

Lacan reitera y en esto situo la profanación: lo que no puede verse allí mas que en lo que soporta de inasible…

Hay una fórmula que Lacan propone que ha iluminado la estrategia perversa: si se trata de restitución… se trata de intentar suplementar el campo del Otro, en la ignorancia misma de lo que es su soporte… lo que ocurre es que en esta ignorancia se escapa el Goce para el Otro; es decir, el fin mismo de la perversión.

Se trata así de un suplemento de algo que, al nivel del otro, interroga lo que falta en el Otro como tal, y que allí adorna.

ACERCA DE LA VOZ EN LA PERVERSION

Con el objeto a voz  Lacan ha vuelto a leer la perversión para interrogar las diferentes dimensiones de la voz… la confesión …la palabra en sus diferentes estrategias como el callarse …el guardar silencio …el modo de no tener mas la palabra…

En el masoquista, él hace de la voz del Otro eso a lo cual él va a dar la garantía de responderle como a un perro. Esto no va sin esa  búsqueda de un Otro que, sobre ese punto de la voz, pueda ser puesto en cuestión.

Lacan señala y la clínica lo ratifica como el nudo esencial, que la búsqueda, por ejemplo, en la madre de una voz fría y recorrida por todas las corrientes de lo arbitrario, es algo que, quizás, él no ha escuchado en otra parte, del lado de su padre, viene de algún modo a completar… a tapar el agujero…

…Completar por la voz.

Así busca hacer surgir la voz del Otro… lo logra a través de un otro al que induce a una acción que él manda, para esto cede su palabra para que retumbe la voz del Otro… sabe qué goce tiene que extraer.

Se asiste allí como se libra deliberadamente a la identificación con el objeto rechazado, siendo él menos que nada… el sujeto que de su función de sujeto ha abandonado por contrato todos los privilegios.

Lacan insiste en que esta búsqueda, esta construcción de alguna manera encarnizada de la identificación imposible con lo que se reduce al mas extremo deshecho, esta ligado a la captación de goce y constituye lo ejemplar de esta economía.

En el sádico; se trata a su modo, él también, e inverso, de completar al Otro, despojandole de la palabra e imponiéndole su voz. En general, eso falla.

Se sitúa así la obra de Sade donde ocupa su lugar la discusión, el debate. Se relatan los excesos más extraordinarios sobre las víctimas …pero no hay uno solo de esos excesos que no sea comentado y aún fomentado por un orden que no provoca ninguna revuelta.

El sádico aquí no es mas que el instrumento de algo que se llama suplemento dado al otro …el otro no quiere… pero al menos, obedece.

En síntesis, en la perversión, el perverso toma él mismo el cuidado de suplir la falla del Otro… es la restauración, -decía Lacan- de algún modo primera, la restitución en ese campo del Otro del a… el a como un efecto de la toma de algo primitivo, primordial… a condición de no hacer de ello un sujeto…

¡…dar al Otro su verdadera plenitud!.

Se llame Dios… Mujer… al perverso le es necesario que haya una mujer no castrada, -o mas exactamente señala Lacan- él la hace tal… HOMMELL (HOMBRE + ELLA) al colocar o proveer con algo que colma, que reemplaza la falta fálica para reconstituir un ser asexuado.

Restituir, como plenitud un Otro sin barrar… que lo coloca del lado de una interpretación imaginaria de los acontecimientos y los hechos.

El perverso, es él mismo el significante del Otro intacto…

El sádico construye la figura de goce de una maldad absoluta. Conocemos los estragos cuando se acerca a este lugar la figura de “una mujer” frente a la cual se coloca como sirviente que debe al mal radical ofrecer las vías de un máximo de destrucción.

Esta así exclavizado por esta necesidad de remitir bajo el yugo del goce lo que él apunta como sujeto… pero no se da cuenta que en ese juego él es estimado, haciendo algo que esta enteramente fuera suyo, y la mayor parte del tiempo quedando a mitad de camino de lo que apunta.

Opera de una manera mas ingenua que el masoquista para extraer goce.

ACERCA DEL FETICHISMO

Freud propone el fetichismo como una respuesta frente a lo real de la castración materna, siendo el sustituto de un objeto que no existe, el sustituto del pene que le falta a la mujer.

Lacan volvió a ratificar que el fetiche es la condición con que se sostiene el deseo perverso, el deseo definido como voluntad de goce.

Cuando Lacan va precisando el estatuto de la organización de los distintos pisos que dan por resultado el objeto a, colocandolo como causa del deseo, el fetiche adquiere otro estatuto en la organización de la realidad. Si la realidad resulta de la extracción en el Campo del Otro del a.

¿El fetiche va a permitir la recuperación del goce sustraído?.

El Campo del Otro supone un campo limpio de goce para permitir la división del sujeto.

Entonces esta maniobra pone en cuestión la recuperación del goce sustraído y si bien fija el deseo en un punto, cuando se lo aborda en la cura nos encontramos con un conjunto de restos viejos, gastados, sucios, vetustos, hasta lo derruído acompañado de gemidos, quejidos, gritos, llanto… alrededor de un elemento mayor, porque el fetiche se elige exclusivamente en función de la relación significante con la imagen del cuerpo del Otro, específicamente con los bordes, por eso recae siempre la elección sobre el pie, el cabello, las prendas íntimas, los objetos de arreglo personal, maquillaje, postizos, pelucas… restos que nombran los tiempos arcaicos que debieron abrir el camino para la constitución del objeto.

En  análisis  avanzados  se  puede  volver  a  recuperar  estos  restos   que

forman parte del acto perverso de manera velada, escondida y cubiertos por los debates que anteceden o quieren explicar el acto perverso. Esto es de una enseñanza ejemplar para la posición del analista y da razón al lugar que debe ocupar la interpretación en sus diferentes niveles según que apunte a R.S.I…. y es una enseñanza para mostrar cuan lejos se debe ubicar el analista, de estos debates, explicaciones o confesiones que están hechas en la transferencia para apelar al goce…

Según el valor que el analista le otorgue a esta realidad sabrá situar su posición en el punto exacto que demuestre que esta estrategia, la mayor parte del tiempo queda a mitad de camino de aquello a lo que apunta… la repetición así lo prueba.

Todo esto muestra una gran distancia entre el fetiche como el brillo en la nariz, los zapatitos gastados o los pliegues de un vestido… de los abordajes freudianos… hasta la ubicación del fetiche cumpliendo función de objeto a en el plano de lo real como un conjunto bizarro de los restos que debieron perderse al constituirse el objeto a.

La transmisión de la realidad clínica se torna opaca porque la materialidad de estas realidades lo es también. Lacan abrió muchas puntas para mostrar que así como no se trata del sujeto, sino del sujeto reconstituído de la alienación, esta por crearse para la transmisión esta realidad que muestra los tiempos en que se van produciendo las diferentes torsiones y la inscripción de las diferentes vueltas que acompañan la inscripción significante.

Queda todavía un tiempo por delante para transmitir estas realidades y además… requieren la transferencia de trabajo.

Lacan decía en “Kant con Sade” que cuando surge una invención que va rectificando la posición de la ética …se deben caminar cien años para que la vía de Freud sea practicable.

Cuenten otros sesenta mas para que se diga por qué todo eso.

La obra de Lacan nos obliga a contabilizar estos mismos números…

Extrapolamos a partir de la neurosis y cotejamos con las psicosis… pero la estructura perversa presenta fenómenos que no existen en las otras estructuras y de hecho Jacques Lacan volvió a crear nuevos términos y nuevas fórmulas para esta realidad.

Otro aspecto importante es reconsiderar la función del fetiche en relación al concepto de suplencia… suplencia que viene en el lugar de la marca de la pérdida del falo, marca de la castración que en lo imaginario le otorga al perverso una solución.

Se abre un larguísimo camino para situar los actos perversos que en su desafío interrogan por los fundamentos de la ley misma, actos que apuntan a interrogar la función del goce del Otro que toma en la perversión un lugar central…

…ese goce del Otro que es la red significante, ese goce del Otro que es el saber inconsciente.

…y esto se escapa en la perversión porque el saber esta comprometido en el mecanismo de la renegación que en su doble movimiento ha establecido el tiempo de la percepción como introduciendo en el saber la castración… y para administrar el impacto producido la renegación establece el texto: es mejor que de eso no se sepa… quiera el cielo que no haya sábido… así el saber queda teñido en esa opaca relación al goce como un deseo comprometido en este secreto poseído… vivído como tal… y como tal desarrolla la dimensión de su goce.

Un verdadero secreto parte de un punto esencial que interroga la medida de lo que separa el goce del aplastamiento de la necesidad.

Situo -en análisis avanzados- uno de los temas fundamentales de la interrogación en la perversión alrededor de este punto… y es así porque en la relación al otro hay una relación muy estrecha con la imagen del cuerpo propio, en tanto otro e imagen estan ligados a formas de envoltura en espejo.

Lacan señalaba, esto es el medio del narcisismo. …el hombre cerca la imagen, luego se engancha la forma de la armoniosa unidad recogida en el momento …en su encuentro con su semejante pone a prueba su visión… de la cara… de los perfiles… de las formas.

Lacan decía: …la cara hacia las cuales palpita y toda su palpitación le vuelve en espejo en un remolino de alas batientes… hay una cara interdicta.

Esto abre a un tema fundamental para la dirección de la cura… frente a lo que Lacan llamó la fixación narcisista de la vida, señalando que por mas inaccesible que sea, el goce es experimentado como peligro de muerte.

Lacan diagramó larguísimos desarrollos para situar el cuerpo del otro y el goce… donde mostró que gozar del cuerpo del otro es hacer de él una presa que sería tanto del suyo propio si no fuera una sombra.

Hacer del otro una presa… servirse de este otro en adelante vacío, como de un espejo, para proyectar ahí la superficie que es él mismo, para ver ahí dibujarse… la cosa que no tiene nombre, de ser lo que podría ser el fin de su goce…

El inconsciente del sujeto es el lugar donde el sujeto vive la ignorancia de lo que es su propia muerte anticipada… el amor …el goce …el deseo …matar lo que ama, producir el duelo por el objeto que sirvió al goce …objeto prometido a las ansias del deseo.

Antes de tener algo para gozar el sujeto humano es amado. Es su servidumbre, porque tan asombroso como paresca, la humanidad del hombre ha sido dada al amor. Sin embargo se sabe lo que cuesta…

Si antes de tener algo para gozar, el sujeto humano es amado… y esa es su servidumbre… el estatuto del sujeto en la estructura perversa presenta en este punto lo más obsceno de lo real del goce en la búsqueda de lo que Lacan recordaba en una frase bajo la pluma de Píndaro:

…sueño de una sombra: ¡Hombre!.